Estudio revela lo que les pasa a tus riñones si tomas café todos los días
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Café por las mañanas.
El café es una de las bebidas más populares en el mundo, apreciada por su aroma, sabor y capacidad para aumentar la energía y la concentración. Sin embargo, su consumo diario ha generado diversos debates sobre sus efectos en la salud, particularmente en los riñones. ¿Es beneficioso o perjudicial? Esto es lo que dicen los expertos.
¿Cómo afecta el café a los riñones?
El consumo moderado de café ha sido objeto de numerosos estudios científicos. Uno de ellos, realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins y publicado en Kidney International Reports, sugiere que beber café de manera habitual puede disminuir el riesgo de desarrollar lesión renal aguda. Según los hallazgos, ingerir al menos una taza al día podría reducir este riesgo en un 15%, mientras que el consumo de dos a tres tazas al día podría disminuirlo hasta un 23%.
Los beneficios del café en la función renal
El doctor Chirag Parikh, líder del estudio y director de la División de Nefrología en la Universidad Johns Hopkins, explica que la relación entre el café y la salud renal podría deberse a sus componentes bioactivos. Se ha demostrado que la cafeína puede mejorar la circulación sanguínea y la oxigenación de los riñones, lo que podría influir en su buen funcionamiento y en su resistencia ante daños.
Además, la investigación resalta que el café ha sido asociado con la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y patologías cardiovasculares, factores de riesgo que también pueden comprometer la función renal.
¿Es seguro beber café en grandes cantidades?
A pesar de los beneficios señalados, los especialistas advierten que el consumo excesivo de café no es recomendable. Beberlo en exceso podría desencadenar efectos adversos, como hipertensión y alteraciones en la filtración renal. Por ello, la clave está en la moderación.
Lejos de ser un enemigo de la salud renal, el café podría ser un aliado cuando se consume con prudencia. La investigación científica respalda su papel en la reducción del riesgo de lesión renal aguda, siempre y cuando se mantenga dentro de los límites recomendados. Como con cualquier alimento o bebida, la clave está en el equilibrio y en adoptar un estilo de vida saludable que incluya una hidratación adecuada y una alimentación balanceada.