Gisela Valcárcel: el triste final de “Amarige Spa” que estuvo a cargo de Ethel Pozo | VIDEO

Gisela Valcárcel es uno de los personajes más reconocidos y exitosos de nuestra farándula local. Debido a su trayectoria en la televisión se ha hecho de un nombre, pero también como empresaria. Pocos recuerdan que Gisela, además de ser presentadora de televisión, también ha tenido algunos negocios como “Amarige Spa”, su centro de belleza.

Lamentablemente, luego de 17 años, la conductora y productora de televisión tuvo que cerrar el centro de belleza de una forma bastante intempestiva y en medio de un escándalo con el dueño del local.

En marzo de 1992, Gisela Valcárcel fundó Amarige Salón & Urban Spa. Esta era una cadena de centros de belleza y relajación que se encontraban en los distritos de San Borja y San Isidro. Pero, según contó Gisela en uno de sus programas, la idea nació de su comadre Adriana, la madrina de Ethel Pozo.

“Me dijo (su comadre) hay que poner un negocio y yo le dije: ¿cómo es eso de un negocio? Hay deja de estar agradeciendo a todo mundo los peinados. Yo voy, busco una casa y ponemos un salón”, fue lo que reveló en aquel momento la conductora de televisión.

En el 2004, su cadena de negocios pasó a ser administrado por su hija, Ethel Pozo, quien llevó a “Amarige Spa” a lo que fueron sus mejores años hasta que tuvieron que cerrar.

Tras 17 años de fundada, “Amarige Spa” llegó a su fin cuando Ethel lo administraba, pero la dueña seguía siendo Gisela Valcárcel. Fue en el 2009 que la noticia se dio a conocer en medio de un incidente escandaloso entre la ‘Señito’ y el dueño del último local que aún mantenía.

Luis Felipe Morante Fournier, de 78 años, era el dueño de uno de los inmuebles en donde Gisela tenía un “Amarige Spa”. Él la denunció públicamente por haber destrozado el local y le pedía que se lo devuelva tal como lo alquilaron hace 17 años.

También se difundió un video en el que se le ve a Gisela Valcárcel gritando con el sexagenario, en plena avenida Pezet. Ella lo acusaba de estar abusando de su condición de mujer y le recriminaba que no debía nada.

Mientras que Morante y su sobrino, Percy Casaverde Morante, comentaron que la ‘Señito’ dejó varios recibos de luz, agua y arbitrios sin pagar. Además, de realizar modificaciones en el inmueble que nunca comunicó a los propietarios. Pese a todo ello, al final el último local de “Amarige Spa” cerró.