Tal vez ya escuchaste del impresionante método de limpieza interno llamado ducha vaginal, el cual consta de una solución compuesta por bicarbonato de sodio, vinagre y antisépticos. Este procedimiento de aseo es usado por muchas mujeres que piensan que es una buena opción para la higiene íntima.
El éxito de método se debe a que algunas mujeres dicen sentirse más limpias al realizarlo, sobre todo después del periodo menstrual. Sin embargo, este peculiar procedimiento afecta el balance de su zona íntima.
Por ello Wapa si en algún momento lo has considerado, acá te explicaremos tres razones por la cuales no deberías hacerlo.
Tu zona íntima está compuesta por bacterias positivas, que actúan como defensa de las dañinas, por lo que si te realizas la ducha vaginal, provocaras que estos microorganismos lleguen al útero, los ovarios y las trompas de falopio.
La ducha vaginal no previene el embarazo, al contrario si lo haces después del acto sexual puedes agilizar la llegada de los espermatozoides al útero, o en caso contrario contraer alguna Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS). ¡No es un método anticonceptivo!.
Si uno de los motivos para hacerte la ducha fue el olor de tu vagina, te comentamos que es normal. Al realizar el método solo desaparecería el aroma por un momento ya que depende del ciclo menstrual la producción de algunos flujos.
Wapa, no consideres a la ducha vaginal como una opción en tu higiene íntima, deja que tu vagina haga su propio proceso de auto limpieza. Recuerda que antes de practicar cualquier tipo de limpieza o método en tu zona íntima debes consultar con tu ginecólogo para que te explique cómo debes proceder.