España ha revolucionado la historia del Miss Universo al coronar por primera vez a una mujer transexual. Ángela Ponce de 27 años y originaria del pequeño pueblo, Pilas en Sevilla es la española que representará al país en el concurso de belleza más importante del mundo.
La agencia internacional EFE conversó con la modelo sobre sus primeros días con la corona:
“Están siendo unos días ajetreados, de entrevistas, posados... no paro”, menciona la modelo sobre su trabajo.
Ponce terminó la carrera de informática, pero se dio cuenta que no era lo suyo y empezó a trabajar con personas de habilidades diferentes. Comenzó con el modelaje para la moda flamenca Andalucía y llegó al Miss Universo en el 2015.
Después de ser la primera mujer “trans” en ganar Miss Cádiz no pudo entrar a Miss Mundo porque el certamen no permite mujeres transexuales, lo que no sucede en Miss Universo. En este concurso le ganó a 19 mujeres.
Ella se describe a sí misma como:
“Una chica normal y sencilla, a la que le gusta leer, las series y que, además, busca transmitir un mensaje: no importa qué tipo de mujer seas porque al final todas somos eso, mujeres”.
“Llegar hasta aquí ya es un gran logro y un orgullo, una gran victoria para mí y para todas las mujeres como yo, y por supuesto, para el colectivo LGTBI (Lesbianas, Gays, Transgénero, Bisexuales e Intersexuales)”, indica Ángela sobre su triunfo.
Acerca de la controversia sobre su coronación y la educación sexual en colegios, la española opina que se debería ahondar más los temas de diversidad:
“En los colegios se debe hacer más hincapié en estos temas, orientar a los menores y que ir al cole no solo sean matemáticas y lengua, hay que enseñar y educar también en la diversidad”.
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En una entrevista para la agencia EFE, Ángela resalta que gracias al apoyo de su familia ha llegado tan lejos:
“La base de todo es que mi familia me apoyara. Cuando era pequeña íbamos con mi hermano a comprar y mis padres me decían que podía coger un juguete. Yo recuerdo irme para las muñecas y coger la muñeca Barbie y decirles: ‘esto es lo que yo quiero’. Nunca me dijeron ‘no, los niños juegan con balones y coches y las niñas con muñecas’. Mi padre cogía la Barbie y montaba la muñeca conmigo. Por eso dentro de lo malo he sido muy afortunada”, finaliza.
