Los Tyler no son una familia convencional, pero se aman. A mediados de los años ochenta, la ahora modelo y actriz Liv Tyler, tenía 9 años y ya escuchaba a las leyendas del rock. En una oportunidad fue a un concierto de la banda Aerosmith. Sin imaginarlo, se encontró cara a cara con su padre. Fue un momento de asombro y dudas.
Por ese entonces, su famosa madre, la chica Playboy Bebe Buell, intentaba dejar atrás las portadas por sus romances con rockstars como Mick Jagger e Iggy Pop. Quería abrirse camino en la música y había contagiado esa pasión a su hija. Durante aquel concierto de Aerosmith, ambas se miraron, lloraron y Buell terminó confesando que ese rockero extravagante, de melena alborotada, era su verdadero padre.
“Ver a mi media hermana, Mia, era como estar viendo a mi gemela. Mi madre era muy joven cuando me tuvo y tenía una pequeña confusión sobre mi origen, pero había tanto amor a mi alrededor y fui tan querida por toda mi familia. Fue maravilloso”, dijo en una entrevista en el programa The Jonathan Ross Show.
Lo que vino después fueron varias visitas a los tribunales, pero cabe señalar que, desde la primera vez que se vieron las caras Liv y Steven Tyler, se fundieron en un abrazo. Según publicaciones tras el lanzamiento del libro autobiográfico de Bebe Buell (Rebel Heart), ella y el líder de Aerosmith tuvieron una romance fugaz y él, que en ese momento estaba rodeado de excesos, sexo, drogas y alcohol, se negó a creer que el hijo que esperaba la modelo del momento, era suyo. La Playboy continuó con su vida y ocultó la paternidad.
Desde que se conocieron, Liv y Steven han tenido una excelente relación, un vínculo que no sólo se limita a que la haya hecho protagonista de sus más exitosos videoclips. El rockero tiene 4 hijos, la actriz de 39 años, sigue Mía de 38 y Chelsea de 28 años, y Taj Tallarico de 25; juntos acuden a galas benéficas y se visitan a menudo. Steven Tyler ha paseado en varias alfombras rojas con Liv y hasta la acompañó a la sala de parto.
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“Todos somos muy cercanos y él es muy dulce, es muy divertido para él, para todos los abuelos que se ponen a jugar (con sus nietos). Él es sorprendente haciendo ruidos raros con su boca, además imita animales, una gran cantidad de ruidos de animales. Le encanta jugar, es divertido y amoroso, es algo así como un hechicero que saca cosas de su cabello y luce joyería, es simplemente muy divertido, no es tu típico abuelo”, comentaba Liv con una amplia sonrisa. No juzga el pasado de sus padres, es la heredera del rock.