Viral: empleado demandó a su empresa por celebrar su cumpleaños sin su permiso

Que una empresa no tome en cuenta la salud emocional de sus empleados es realmente un problema hoy en día, tanto para los trabajadores como para los empleadores. Ese fue el singular caso que atravesó un joven, quien no se sintió cómodo con la celebración de su cumpleaños, y terminó enjuiciando a la empresa donde laboraba.

Como es de costumbre, muchas compañías celebran los cumpleaños de sus integrantes, y quisieron seguir con la tradición festejando a Kevin Berling; pero pasando por alto la condición de su salud mental que había sido advertida cuando postuló al puesto.

Y es que a Kevin no le gusta celebrar su onomástico y se toma en serio el hecho de pasar 'inadvertido' el día que cumple años.

Según un documento judicial obtenido por The Miami Herald, el joven, al momento de ser contratado, le explicó a la empresa a la que entró a trabajar en el 2018 que no le gusta celebrar su cumpleaños, pues le causaba estrés.

Lamentablemente, su jefe hizo caso omiso y decidió que hacerle una pequeña celebración, pero el hombre sufrió un ataque de pánico. Como si esto no fuera suficiente, al día siguiente le ocurrió lo mismo, pues el supervisor le acusó de “robar la alegría de sus compañeros de trabajo” y “ser una niña pequeña”. Sin duda, este fue el detonante que lo hizo decidirse a denunciar a la empresa.

Durante el juicio, alegó que la empresa lo discriminó por tener una condición especial y tomó represalias por exigir una adaptación razonable, que le permitiera desenvolverse sin problemas.

El juicio no fue fácil y duró dos días, donde el cumpleañero a quien no le gustan las fiestas terminó ganando 300 000 dólares por daño emocional y 150 000 por salarios perdidos. La abogada de la compañía, Katherine Kennedy, niega responsabilidad alguna y no descarta otras opciones legales en contra del demandante,

Ahora, Kevin Berling disfruta de una gran cantidad de dinero que tuvo que ser pagada por la empresa quienes no tomaron en cuenta que no debían celebrarle cumpleaños.

Para el ganador del juicio, el cumpleaños era algo que le traía malos recuerdos de su infancia, relacionado con el divorcio de sus padres, por eso le advirtió a sus jefes desde el primer momento. Sin embargo, el supervisor olvidó pasar la solicitud y ahora, debieron pagar las consecuencias.