Infantes con Hemofilia: En busca de un diagnóstico oportuno en medio de una crisis sanitaria
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La lucha contra la COVID-19 se ha extendido por un poco más de un año, pero día a día continúa acabando con la vida de millones de personas en el mundo. Actualmente en el país, las autoridades están concentradas en el proceso de vacunación y en continuar implementando iniciativas que permitan frenar la propagación del coronavirus, y así evitar que afecte a las personas más vulnerables: Adultos mayores y personas con enfermedades crónicas y de alto riesgo.
Un claro ejemplo de los grupos de pacientes de alto riesgo son los niños y niñas que padecen de hemofilia, una enfermedad hereditaria que afecta principalmente a los varones y que impide la correcta coagulación de la sangre. Antes de la pandemia, ya existía un gran déficit en el diagnóstico de estos pacientes.
En el Perú se estima que debe haber aproximadamente 3100 hemofílicos (1 de cada 10,000 de una población tiene hemofilia), en la actualidad hemos identificado 1,002 personas que padecen de la referida enfermedad que corresponde al 30% de la población estimada.
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Aquellos pacientes que no están identificados y no reciben tratamiento oportuno, están expuestos a sufrir sangrados profusos ante cualquier golpe y lesión pues, a diferencia de lo que ocurre con el resto, sus mecanismos de coagulación no se activan para detener la hemorragia, lo que también puede llevar a la muerte del paciente.
El Día Mundial de la Hemofilia, que se conmemora cada 17 de abril, es una oportunidad para concientizar a la población y a las autoridades sobre la importancia del diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, ya que actualmente en nuestro país solo el 30% de los pacientes recibe terapias de forma adecuada y oportuna.
Sabemos que, en este momento, las prioridades son otras y que están concentrados en combatir la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, dada la gravedad de esta patología y sus complicaciones, no podemos descuidar el tratamiento de estos pacientes durante esta coyuntura. Además, es necesario que, una vez superada la crisis, se trabaje por ampliar el acceso a los servicios de salud y fomentar el desarrollo de profesionales especializados, pues son estas las claves para lograr un diagnóstico acertado y un tratamiento adecuado.
Hasta la próxima nota, soy la Dra. Nancy Loayza, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Dos de Mayo.