¿La soledad puede matarte? Mira lo que dice la ciencia

Muchas veces hemos escuchado la frase “nadie muere de soledad”, esto en alusión a una ruptura amorosa u otros factores; sin embargo, el aislamiento social podría ser tan perjudicial para la salud como cualquier enfermedad mortal.

Un estudio realizado por la Universidad Brigham Young mostró que, durante el año 2015, el aislamiento social aumentó en 50 % la cifra de muertes prematuras. Asimismo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud más de 2,8 millones de personas al año mueren a causa de la soledad.

“Hay evidencia sólida de que el aislamiento social y la soledad aumentan significativamente el riesgo de mortalidad prematura y la magnitud del riesgo supera la de muchos indicadores de salud líderes”, explicó Julianne Holt-Lunstad, encargado del estudio.

Cabe mencionar que la soledad no mata por sí sola, debido a las condiciones psicológicas que se vive durante ese periodo, genera que el sistema inmunológico se debilite, lo cual genera que mayores probabilidades de padecer demencia, sueño fragmentado, problemas cardiovasculares y reducir las defensas.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores se basaron en experimentos con animales se ha demostrado que el aislamiento induce una activación del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal con la secreción de hormonas liberadoras de corticotropina y cortisol.

Asimismo, esto podría conllevar varias consecuencias, entre ellas la supresión de los efectos de la dopamina, la norepinefrina y la serotonina (lo que afecta negativamente el estado de ánimo y el nivel de actividad), el debilitamiento de la memoria, y el aumento del riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Ante lo señalado, ¿qué significa soledad? La Real Academia Española define esta palabra como “Carencia voluntaria o involuntaria de compañía” de igual manera “pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o algo”.

Ten en cuenta que, el dolor de una depresión por soledad no se cura en un día o una semana; sin embargo, con unos cambios sencillos en tu actitud ante el presente puedes abrir una nueva puerta de esperanza.