Mujer, que mató a su esposo por abusar sexualmente de sus hijos, fue condenada a cadena perpetua

A cadena perpetua condenaron a una madre que asesinó a su esposo arrojándole agua hirviendo, tras enterarse que el sujeto había ultrajado a sus hijos cuando ellos eran niños.

Hace dos semanas, en Gran Bretaña, se realizó el juicio de sobre este delito, el cual ocurrió el 14 de julio del 2020 en Cheshire, y dictaminaron que Corinna Smith, de 59 años, tendrá que cumplir cadena perpetua.

Corina Smith mató a Michael Bines, de 80 años, cuando estaba durmiendo. Por ello, los fiscales calificaron el delito como crimen premeditado, pues tomó un recipiente, puso agua a hervir y agregó tres bolsas de azúcar y le arrojó el contenido hirviendo encima.

Smith asesinó a su marido, Michael Bines, de 80 años, mientras estaba durmiendo. Para los fiscales del caso, fue un crimen premeditado: tomó un recipiente, puso agua a hervir y agregó tres bolsas de azúcar para hacer una pasta de caramelo y, con esta mezcla, se dirigió hacia la habitación donde estaba su marido y le tiró el contenido hirviendo encima.

El sujeto sufrió quemaduras graves, por lo que estuvo internado durante cinco semanas. No pudo sobrevivir y murió en un hospital local.

"El azúcar hizo que el líquido fuera más viscoso, espeso y pegajoso, de modo que se quedaba en la piel y causaba un daño mayor", señalaron los fiscales.

¿Por qué reaccionó así?

La hija de Corina le contó que su padre había abusado sexualmente, "durante muchos años cuando eran niños", de ella y de su hermano, quien se suicidó en 2007 y había sido encarcelado por agresión.

¿Cuándo podrá solicitar libertad condicional?

Según informaron los medios de ese país, Smith tiene que cumplir un mínimo de 12 años en la cárcel, para así poder solicitar la libertad condicional.

Además de determinar que el crimen fue determinado, ella no puede probar lo que dice, ya que no había denuncias previas sobre los presuntos abusos de Baines hacia sus hijos.

A esto, los jueces agregaron que ella no asistió a su esposo luego de haberle arrojado agua hirviendo. En lugar de llamar a una emergencia, se fue de la vivienda a la casa de un vecino, a quien le contó lo que había ocurrido.

"Lo lastimé mucho, creo que lo maté", fueron sus palabras frente al vecino, quien llamó en forma urgencia a la policía.

"Tirar agua hirviendo sobre alguien cuando está dormido es absolutamente horrible. También mezclar tres bolsas de azúcar con el agua demostró la determinación que tenía de causar un daño grave", explicó el policía Paul Hughes, de la Policía Criminal de Cheshire.

La policía encontró a Baines "con un dolor insoportable, llorando en la cama con la piel del brazo derecho y la mano despegándose", según consta en el expediente judicial.

La opinión pública se dividió fuertemente frente al caso, entre quienes juzgaron que a Smith no le quedó otra opción que matar a su marido al enterarse de que abusaba de sus hijos y otras personas que la consideran una asesina a sangre fría.