3 tips para retocar el bloqueador solar sin arruinar tu maquillaje perfecto

La protección solar dermatológica es un paso esencial en cualquier rutina de belleza y cuidado personal, sin importar la época del año. Aplicar bloqueador una sola vez por la mañana no es suficiente para mantener la piel protegida frente a los daños causados por la radiación UV. Por eso, es fundamental saber cómo reaplicar el protector solar durante el día, especialmente si llevamos maquillaje. La clave está en conocer productos y técnicas que permitan reforzar la protección sin alterar el acabado del makeup. Así, podrás mantener tu piel cuidada, saludable y con un look impecable de principio a fin del día.

Según lo señalado por el National Health Service, el protector solar pierde progresivamente su eficacia con el paso del tiempo, debido a factores tanto internos como externos. A lo largo del día, la piel lo va absorbiendo y, además, al estar en constante contacto con elementos del entorno como el viento, el sudor o la lluvia, la fórmula se va diluyendo. Este deterioro progresivo hace que el producto deje de cumplir correctamente su función, por lo que es esencial reaplicarlo para seguir contando con una barrera efectiva contra los rayos UV.

Una alternativa cómoda y funcional para reforzar la protección solar sin dañar el maquillaje es optar por productos en formato de aerosol o bruma facial. Este tipo de presentación permite distribuir el protector sobre el rostro de forma uniforme, sin necesidad de frotar la piel con las manos ni arrastrar el maquillaje previamente aplicado.

Es importante cerrar bien los ojos y cubrirlos con una mano durante la aplicación para evitar molestias. Este tipo de protector también resulta práctico para otras partes del cuerpo, siempre que se asegure que la fórmula no manche la ropa ni deje residuos visibles.

Inspirada en los populares maquillajes cushion de origen asiático, esta técnica consiste en aplicar el protector solar con una esponjita, presionando ligeramente sobre la piel como si se tratara de un sello. Esta opción resulta especialmente útil si utilizas protectores solares con color o productos con tinte y FPS.

El truco está en usar una esponja limpia y dar pequeños toques sin arrastrar el producto. Recuerda lavar bien tus manos antes de comenzar y después de terminar para mantener una buena higiene durante el proceso.

Para quienes buscan mantener el rostro mate sin perder la protección frente al sol, existen polvos compactos o sueltos que incorporan FPS en su fórmula. Esta es una solución ideal para pieles grasas, ya que controlan el brillo sin comprometer el cuidado solar.

Basta con pasar una brocha sobre el rostro, evitando el contorno de ojos, y eliminar el exceso de producto con ligeros toques. Si se desea un acabado más completo, se puede complementar con rubor para devolver frescura y vitalidad al rostro.