Christian Cueva y el secreto de su renacer: un chimbotano que lo puso en forma y le guió a Dios

Christian Cueva se ha sostenido como el hombre orquesta de la selección peruana, en un periodo de más de seis años. Entre altos y bajos, el mediocampista ancashino, de 29 años, ha visto resurgir una y mil veces sus atareada carrera profesional, siempre protegido por la confianza infinita de Ricardo Gareca, el principal artífice de que Cueva sea tan feliz siendo el corazón de la Blanquirroja.

Christian Cueva ha sabido brillar con luz propia en una cancha de fútbol (en la selección de fútbol de Perú) con su juego pícaro y conchudez para llevar el balón, pero son esas mismas características en su rasgo personal que lo han hecho protagonizar también un sinfín de comportamientos y situaciones extradeportivas que, finalmente, han terminado por perjudicar su rendimiento deportivo, que -en muchos casos- lo han orillado a cambiar de equipo sin llegar a consolidarse a nivel de clubes.

Si bien en ese trámite fue Ricardo Gareca quien lo respaldó y lo guio para que no se pierda, existe otro “Gareca" en la vida de “Cuevita”, otro “Tigre” que ha sido culpable de su recuperación física en los últimos dos años y que se ha convertido incluso en su consejero espiritual, siendo también responsable de contagiarlo de la práctica de la religión cristiana. Se trata de José Carlos Neyra Olivera.

José Neyra es un joven coach de Chimbote, quien desde que inició la pandemia de la COVID-19 trabaja de manera particular con Christian Cueva como su entrenador. El liberteño era director del club “Los Íntimos” del distrito Nuevo Chimbote, pero aceptó dejarlo todo en su tierra para viajar a Medio Oriente y poner en forma a “Cuevita”.

Neyra es uno de los principales responsables del "renacer de Christian Cueva", quien tuvo un bajón futbolístico notorio después del Mundial de Rusia 2018. La amistad que surgió entre ambos la hizo pública el mismo Cueva en algunos de sus videos con el entrenador, quien además se ha convertido en su guía espiritual y hasta promueve en él la fe cristiana. En uno de sus materiales audiovisuales publicados en la cuenta personal del coach, se puede ver a ambos orando de rodillas.

Esto último puede ser determinante para un futbolista tantas veces envuelto en polémica y situaciones extradeportivas, pero que alineado a la religión y ahora conociendo a Dios como forma de vida, deje en un segundo plano una "vida bohemia" y aflore en él la paz y la calma para concentrarse en ser un mejor deportista. Con información de Trome.