Conoce los efectos de consumir naranja a diario y cómo puede influir en tu organismo. Descubre si es recomendable para todos o hay excepciones.
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La naranja es una de las frutas más populares y nutritivas del mundo. Su refrescante sabor y alto contenido en vitamina C la convierten en una opción ideal para el desayuno, los snacks o incluso como jugo natural. Pero, ¿qué impacto tiene en los riñones si se consume con frecuencia?
Este cítrico es conocido por reforzar el sistema inmune y aportar poderosos antioxidantes. Además, su contenido en flavonoides y betacarotenos ayuda a mejorar la digestión, combatir la inflamación y prevenir ciertas enfermedades. También es un gran aliado para la piel, gracias a su capacidad de hidratar y mejorar la elasticidad.
Otro beneficio clave es su efecto sobre el sistema cardiovascular, ya que ayuda a regular los niveles de colesterol y azúcar en la sangre. Gracias a su contenido en fibra y minerales como potasio y magnesio, la naranja es una excelente opción para quienes buscan una alimentación equilibrada.
A pesar de sus múltiples beneficios, no todas las personas pueden consumir naranja sin preocupaciones. Quienes padecen enfermedad renal crónica (ERC) deben moderar o evitar su ingesta, ya que esta fruta tiene un alto contenido en potasio, un mineral que puede ser perjudicial cuando los riñones no funcionan correctamente.
Según Medline Plus, las personas con ERC deben controlar su consumo de líquidos y ciertos minerales, y la naranja, al ser rica en potasio y calcio, podría generar complicaciones. Lo mismo ocurre con su jugo, que concentra aún más estos componentes, por lo que no es recomendable para quienes tienen problemas renales avanzados.
Cuando los riñones no pueden filtrar correctamente los minerales, un exceso de potasio en la sangre puede provocar fatiga, debilidad muscular e incluso problemas cardíacos. Este es el motivo principal por el que los médicos aconsejan limitar el consumo de naranja en personas con enfermedades renales.
Por otro lado, para quienes tienen una función renal saludable, la naranja no representa un riesgo. Sin embargo, un consumo excesivo podría aumentar los niveles de ácido en el organismo, lo que, en casos raros, podría contribuir a la formación de cálculos renales en personas propensas a esta afección.
Aunque en realidad, en el consumo de esta fruta no hay límites en personas que no tengan indicaciones contrarias. Lo mejor es consumir con moderación la naranja, de esta manera, se evitan riesgos innecesarios.
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Changzheng Yuan, profesora de Nutrición en la Harvard School of Public Health, realizó un estudio en el que se demuestran los efectos del consumo regular de naranja, así como del jugo de naranja y otros vegetales.
En este estudio se evidencia que el consumo frecuente de frutas y verduras mejora significativamente la función cognitiva subjetiva del individuo. Por lo que los beneficios del jugo de naranja y la fruta completa en sí muestran excelentes beneficios para la salud en general.
Para quienes no tienen restricciones médicas, la Fundación Española de Nutrición (FEN) sugiere un consumo de dos piezas diarias o cuatro en jugo, lo suficiente para obtener sus beneficios sin excesos.
Si tienes dudas sobre cómo afecta la naranja a tu salud, consulta con un especialista y disfruta de esta fruta con equilibrio. Tu bienestar siempre debe ser prioridad.
