Descubre el truco infalible para cortar cebolla sin derramar una sola lágrima y cocina sin sufrimiento.
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Cortar cebollas es una tarea común en la cocina que, sin embargo, suele ir acompañada de lágrimas y escozor en los ojos. Afortunadamente, existen métodos efectivos para evitar este inconveniente y hacer que la preparación de tus platos sea más placentera.
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Al cortar una cebolla, se rompen sus células, liberando enzimas que reaccionan con compuestos sulfurados para formar propanotial-S-óxido, un gas que, al entrar en contacto con nuestros ojos, provoca irritación y lagrimeo. Este mecanismo de defensa natural de la planta está diseñado para disuadir a los depredadores.
Uno de los métodos más efectivos y sencillos para reducir la liberación de estos compuestos irritantes es enfriar la cebolla antes de cortarla. Al hacerlo, se ralentiza la actividad enzimática responsable de producir el gas irritante. Para aplicar este truco, simplemente coloca la cebolla en el congelador durante unos 15 minutos antes de cortarla. Este enfriamiento previo ayuda a minimizar la liberación de los compuestos que causan el lagrimeo.
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Además del enfriamiento, existen otras técnicas que pueden ayudar a reducir o eliminar las lágrimas al cortar cebollas:
Aunque cortar cebollas puede ser una experiencia lacrimógena, aplicar el sencillo truco de enfriarlas previamente, junto con otras técnicas complementarias, puede hacer que esta tarea sea mucho más llevadera. La próxima vez que te dispongas a picar cebollas, recuerda estos consejos y disfruta de una cocina sin lágrimas.
