El juego del calamar: Parodia peruana es rechazada a nivel internacional por contenido racista

El juego del calamar es una galardonada serie de Netflix que generó revuelo en diferentes países del mundo por los atractivos juegos infantiles en los que participaban los concursantes. La historia tras cada personaje enganchó a los espectadores, quienes la llevaron al estrellato en solo días.

La exitosa entrega fue escrita y dirigida por Hwang Dong-hyuk en el Corea del Sur, siendo actualmente la serie más vista en varios países. Debido a la fama, el programa de América TV, El Reventonazo de la Chola, conducido por Ernesto Pimentel, realizó una parodia en busca de entretener al público.

Sus cómicos no solo usaron la característica ropa de El juego del calamar, también fueron maquillados para replicar las fracciones coreanas. Todos aparecieron al ritmo del juego "luz roja, luz verde", sin embargo, tenía nombres como "Kalum Wantan", "Min pao" y "Aelopuelto".

Cada uno exageraba el acento y se denotaba el maquillaje en los ojos. Este hecho generó controversia a nivel internacional, ello porque se trata de una manera de racismo contra los asiático descendientes. Es también conocido como yellow face, es decir, cuando un actor que no es asiático se disfraza e imita los rasgos.

El Bloque Asiático Peruano denunció públicamente al programa de la "Chola Chabuca" por racismo contra asiático descendientes. Al respecto también criticaron que los actores usen maquillaje y prótesis en los ojos para "parecer" coreanos.

En respuesta a la publicación, la conocida youtuber Liry Onni, se sumó a la denuncia. Ella es una creadora de contenido coreana-argentina que informa a sus seguidores todo sobre el país surcoreano, asimismo, tiene un alcance de 101 mil seguidores en Twitter. Al respecto, Onni menciono que como parte de la comunidad asiática siente molestia, incomodidad y repudio.

"Cero gracioso y mucho cringe. Lástima que se normalicen estas cosas en la televisión", publicó sobre la producción de Ernesto Pimentel.

El Ministerio de Cultura (Mincul) no solo expresó su rechazo contra la emisión de un programa con contenido discriminatorio hacia la comunidad asiático peruana. También remitieron comunicación a la Sociedad Nacional de Radio y Televisión y a la Compañía Peruana de Radiodifusión S.A. en busca de "medidas de autorregulación que la ley prevé, rechazando así toda práctica discriminatoria”.

Como se menciona, el Mincul enfatizó que el segmento presenta contenido racista y denigra a los ciudadanos y ciudadanas asiático peruanas, en en tanto exagera sus rasgos físicos, se mofa de los nombres y apellidos de origen asiático y se burla de sus acentos.

Asimismo, entre las acciones anunciadas por el ministerio se encuentra brindar " orientación legal sobre las acciones a ser adoptadas ante las instancias correspondientes”. De este modo, los colectivos y movimientos de las comunidades asiáticas podrán responder ante el racismo.

El gran éxito de la serie coreana generó que muchos fanáticos quieran ser parte de un evento similar. Se trata de juegos de supervivencia que jugaban los niños en corea, donde todos los participantes deben competir para evitar ser descalificados. Todos luchan por un premio que va aumentando en la medida que cada concursante muere al fallar en un juego.

Ante la fama de la serie, el Centro Cultural de Corea (KCC) decidió hacer realidad los juegos en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos. Para los "Juegos del Calamar" en vida real se necesitará un grupo de 15 participantes preseleccionados que se enfrentarán en 4 de los seis desafíos de la serie.

La única diferencia entre ambos juegos es que no está permitido eliminar, literalmente, a los concursantes. En los verdaderos juegos, los concursantes que no cumplan las reglas o pierdan eran asesinados.

Uno de los juegos que incorporarán será "Luz roja, luz verde", donde los participantes deberán recorrer una distancia considerable en un tiempo determinado. Aquellos que se muevan durante la luz roja, serán eliminados. Esta competencia fue una de la más recordadas por su singular muñeca equipada con sensor de movimiento, siendo la principal guía para conocer quiénes perdían.