Ejercicios Kegel: un gimnasio para tu vagina

Cuando en 1940 el ginecólogo estadounidense Arnold Kegel fue testigo de la gran cantidad de casos de incontinencia urinaria que las mujeres sufrían después del parto, inventó unos ejercicios para combatir este problema.

Lo que Kegel nunca imaginó es que los ejercicios que hoy en día llevan su nombre también serían de mucha utilidad para que las mujeres disfrutaran de un mayor placer sexual.

Hoy en día los ejercicios Kegel, que consisten en la contracción y relajación de los músculos pélvicos, es una de las maneras más efectivas de fortalecer tu vagina y, con ello, mejorar la calidad e intensidad de tus orgasmos.

Así que ya lo sabes, ha llegado la hora de poner en práctica los ejercicios Kegel porque son un gimnasio para tu vagina.

Los efectos positivos de la práctica de los ejercicios Kegel se debe a que contribuyen al fortalecimiento de tu suelo pélvico —conjunto de músculos responsables de sostener la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el recto—. Como ya sabes, aunque al principio fueron creados para solucionar los problemas de incontinencia urinaria, luego se descubrió que los ejercicios Kegel también ayudaban a mejorar la calidad e intensidad de los orgasmos.

La pregunta más importante ahora es: ¿cómo practicar los ejercicios Kegel? Pues la respuesta te va gustar mucho porque hacer los Kegel es bastante sencillo y los puedes realizar en cualquier lugar en el que te encuentres y en el momento en que desees.

Los ejercicios Kegel consisten en fingir que tienes que orinar, contenerte durante 5 segundos y luego soltar esa contracción durante 5 segundos, de tal manera que así aprietas y relajas los músculos que controlan el flujo de orina y, con ello, fortaleces los músculos de tu suelo pélvico. Repite este ejercicio 10 veces, hazlo 3 veces al día (mañana, tarde y noche) y podrás ver resultados positivos en unas 4 o 6 semanas.

Si quieres asegurarte de que realmente estás entrenando los músculos pélvicos, también conocidos como músculo pubocoxígeo, puedes introducir un dedo dentro de la vagina. Luego aprieta los músculos como si estuvieras conteniendo la orina y suelta. Lo que debes sentir es que los músculos se tensan y se desplazan hacia arriba y al relajarlos se mueven hacia abajo, es decir, retornan a su posición original. Verifica que al hacer los ejercicios no estés apretando el estómago, los muslos ni los glúteos.

También existe otra manera de hacer los ejercicios Kegel y es a través del uso de las bolas chinas, que son dos pequeños accesorios usados desde hace siglos en Japón para fortalecer el suelo pélvico.

Las bolas chinas son, como su nombre lo dice, dos bolas ligeras unidas por un cordón que la mujer debe introducir en la vagina, tal como se coloca un tampón. Estas bolas tienen otras bolas en su interior de tal manera que al realizar algún movimiento las bolas interiores golpean a las exteriores. Ese golpe es el que produce que los músculos pélvicos respondan con una contracción.

Entonces mientras caminas o haces cualquier tipo de movimiento, las bolas chinas realizan los ejercicios Kegel por sí solas al activar las contracciones de tus músculos pélvicos.

Puedes comenzar usando las bolas chinas durante 15 minutos 3 veces al día y luego puedes usarlas a diario durante 30 minutos.