El sexo para personas con discapacidad motora puede ser un tabú por todos los estigmas que recaen sobre ellos. Lo cierto es que ellos también tienen deseos y necesidades que quieren llevar a cabo, aún más cuando se trata de una relación sexual en la que tienen un valor íntimo.
Hay poca información sobre como las personas con discapacidad viven su vida sexual con total plenitud, ni siquiera en la rehabilitación mencionan un tema que han convertido en "inexistente".
Es importante mencionar que, el término general para referir a las personas especiales es diversidad funcional, el cual abarca la discapacidad motora, intelectual, sensorial o psíquica.
El fundador del Proyecto Alas, Martín Arregui, quien sufrió un accidente automovilístico cuando tenía 24 años que lo dejó paralizado de los miembros inferiores.
ÉL comenta que para mantener relaciones sexuales con lesiones medulares hay varios caminos. "El más conocido era el de una inyección determinada que permitía la erección. Sin embargo, había que tener mucho cuidado. Por suerte llegó la bendita pastilla azul”, manifestó.
De la misma manera, Arregui explicó que necesitó asistencia médica para concebir a su primogénita. “No hay cifras oficiales, pero son muy pocas las personas con discapacidad las que pueden eyacular. Pero existe una dosis que permite hacerlo. Yo lo utilicé para tener a mi hija y funcionó, pero todas estas cosas las fui aprendiendo sobre la marcha”.
En tanto, por el lado de las mujeres, al no tener datos oficiales el testimonio de una joven con discapacidad nos ayudará a entender lo que tienen que atravesar para aprender con la experiencia. Unos de sus problemas más frecuentes para mujeres con discapacidad motriz es la incontinencia.
“La sexualidad involucra el olor, los fluidos, y puede resultar muy incómodo esto de tener incontinencia, por eso muchas optan por aplicarse una toxina botulínica, extraer un pedazo del intestino o la ampliación vesical”, comentó.
Ambas personas con esta clase de discapacidad explicaron que lo mejor para tener sexo es volver a conocer su cuerpo, porque tras las lesiones medulares hay menos sensibilidad. Explorarse y redescubrir que te gusta, excita y te hace sentir bien, ayudará a satisfacer necesidades.
“Es muy importante que la persona se sienta parte de una relación sexual, no sólo para uno mismo, sino para ambas partes. Poder ser parte en la previa, pero en la cama también es vital para la pareja, y hoy está comprobado que la persona con discapacidad puede sentir y disfrutar igual”, resaltó Arregui.
Uno de los mayores mitos entre la sociedad es que las personas que tienen esta condición no tienen interés por su sexualidad. Lo cierto es que todas las personas sienten deseos y tienen necesidades sexuales que pueden satisfacer por su cuenta.
Si bien cuentan con algunas limitaciones, estas no son un impedimento para aprender qué es lo que les gusta y excita. Además, se convierte en un nuevo reto para descubrir cuáles son las zonas más erógenas que tienen.
Otro mito es la creencia de que no pueden tomar decisiones sexuales por si solos. La verdad es que la discapacidad motora no involucra las decisiones sexuales de la persona, ya que ellos pueden decidir que quieren hacer o que les hagan.