Lograr que un niño coma saludable muchas veces resulta tormentoso tanto para el padre como para el menor, incluso cometemos el error de indicar como castigo los vegetables y un premio los helados.
Vanessa Tello, la T-Coach de Nutrición de Teoma, señala que no debemos utilizar los alimentos como castigo o premio.
A puertas del Día del Niño, muchos nos dedicamos en engreírlos, pero no podemos descuidar lo que comen.
1. Desde pequeños debemos fomentar en nuestros hijos una alimentación variada y eliminar los estigmas que dicen que una alimentación saludable es aburrida.
2.- Tampoco debemos castigar con comidas saludables, ya que, por simple descarte, la recompensa será lo contrario, es decir, alimentos altos en azúcares, procesados o altos en grasa.
3.- Fomentar la alimentación como un mecanismo de recompensa emocional durante edades tempranas, generaría, a largo plazo, que esto se traslade a la adultez y se use como una auto recompensa.
4.- El acto de comer siempre tendrá una estrecha relación con lo emocional, pero no debemos perder el objetivo; lo más importante de la comida es nutrirnos. De lo contrario, podría usarse para tapar momentos de emociones intensas o como una forma de escape ante la situación emocional en la que se encuentren.
5.- La mejor forma de engreír a nuestros hijos es mediante experiencias en las que la alimentación sea parte de, pero lo más importante será el momento compartido y vivido, por ejemplo: cocinar algo juntos, hacer un picnic, hacer las compras, entre otros.
6.- Siempre es bueno considerar que existen alternativas saludables para hacer preparaciones a base de harinas integrales: frutas, frutos secos, entre otros.