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“Ella ahora descansa en paz”: el padre justiciero que secuestró al asesino de su hija

La menor apareció muerta luego de recibir una inyección de su padrastro, que la violentó sexualmente. Su historia es parte de un documental en Netflix.

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    “Ella ahora descansa en paz”: el padre justiciero que secuestró al asesino de su hija
    “Ella ahora descansa en paz”: el padre justiciero que secuestró al asesino de su hija | Foto: Yoan Valat/dpa

    Durante el verano de 1982, en Europa se sentía fuertemente la ola de calor en la ciudad de Linday, Alemania. Kalinka Bamberski de 14 años deseaba refrescarse en la piscina para aplacar los 30 grados de calor que azotaba el lugar.

    La familia que era conformada por ella, su madre Danièle y su padrastro, un reconocido y respetado cardiólogo, Dieter Krombach, pasaba sus vacaciones en la casa que tenía la pareja en Alemania.

    Ni bien terminaron de cenar, ese mismo día en que llegaron, Dieter sujetó una jeringa de su maletín y, como otras veces, le propuso a Kalinka una inyección para extender su bronceado.

    Al día siguiente, Kalinka amaneció muerta y fue el mismo Krombach quien la había encontrado.

    <em>Foto: redes sociales</em>
    Foto: redes sociales

    El cardiólogo quiso reanimarla, sin éxito, inyectándole un remedio casero. Desde es emomento inicia la historia de terror.

    La muerte de Kalinka era extraña y su historia hoy forma parte de uno de los documentales de Netflix. En este se han recopilado testimonios de los protagonistas del oscuro caso que conmocionó a toda Francia durante la década de los ochenta.

    Inicio de las hipótesis

    La noticia de la muerte de Kalinka era sorpresa para todos y, en un primer momento se comunicó que la menor falleció debido a un golpe de calor. Esta sería la versión que la mamá de la muchacha dio a André Bamberski, papá de Kalinka cuando le comunicó vía telefónica el fallecimiento de la hija que tenían en común.

    La autopsia no fue clara debido a que fue hecha 72 horas luego de la muerte y no pudo ser feaciente prueba del deceso de Kalinka.

    El cuerpo presentaba restos de contenido del estómago en los pulmons y en las vías respiratorias, alimentos sin digerir, diversas marcas de inyecciones, un desgarramiento ligero en la vagina, salpicadura de sangre fresca cerca a los genitales y una sustancia blanca en la vagina, que jamás fue analisada.

    Más adelante, se conoció que Krombacj estuvo presente durante la autopsia y que habría manipulado el resultado de la muerte.

    El padre de Kalinka empezó a sospechar de Krombach desde el funeral de su hija, luego de escuchar rumores de los aledaños del lugar donde la pequeña pasó sus últimos días, pero no fue hasta el día que descubrió que Krombach estuvo presente en la autpsia de su hija que terminó de convencerse.

    Bemberski solicitó que investigaran a Dieter Krombach, pero fue desestimado. No obstante, el padre no se rindió y obtuvo una copia del resultado de la autopsia y empezó a investigar por su cuenta.

    <em>Foto: AFP</em>
    Foto: AFP

    Los argumentos de Krombach eran frágiles y no terminaban de cuadrar, además, la autopsia no era concluyente de una muerte por razones naturales.

    La desesperación de un padre

    El papá de Kalinka sabía incompleto el procedimiento:

    “No se precisaba si mi hija había tenido relaciones sexuales antes de morir, no se indicaba qué era la sustancia blancuzca que se encontró en su vagina, ni el origen de un pequeño desgarre en la vulva; ningún análisis toxicológico acompañaba la autopsia”, señaló a diario El País.

    André recurrió a expertos en medicina legal en Toulouse, Francia de donde cayó en cuenta, gracias a la ayuda de los gorenses que luego de la primera inyección, Krombach le administró otras con intención de reanimarla.

    Fue en 1995 que, tras insistentes presiones, Bamberski logró que el padrastro de su hija fuese acusado por homicidio y juzgado en Francia. Fue condenado a 15 años de prisión tras haber “infligido daño intencional que provocara una muerte no intencional”.

    Aunque todo apuntaba a un final feliz para Andre Bemberski, las cosas no terminarían ahí. Alemania y Francia le dieron la espalda: el primer país no quiso extraditar al condenado refiriendo que ya había sido juzgado en Munich, mientras que Francia pidió que no se hiciera efectiva la pena.

    Dieter Krombach: ¿Quién era?

    Dieter Krombach nació en tierras alemanas un 5 de mayo de 1935. Su familia era de clase acomodada, por lo que tuvo una infancia llena de lujos y comodidades. Cursó Medicina en Frankfurt, un doctorado en Psiquiatría, aunque prefirió desenvolverse en la cardiología.

    Empezó el romance con la madre de Kalinka cuando ella todavía era pareja de Bemberski. A inicios de 1970 se fue a vivir con el alemán.

    Danièle y Dieter Krombach contrajeron nupcias en 1977. Sin embargo, anteriores años ya resonaban algunas acusaciones aterradoras. El doctor había sido relacionado con otra muerte: la de su esposa (24 años) quien también había perdido la vida tras recibir una de sus sospechosas inyecciones. Aquella vez, nadie presentó cargos.

    Fe en la justicia

    El padre de Kalinka no era un hombre que había perdido la razón en un capricho absurdo por buscar culpables y eso era algo que siempre supo y el tiempo se encargó de darle la razón.

    Una mujer, en 1997 apareció asegurando que el cardiólogo la había ultrajado en su centro de salud cuando ella tenía tan solo 16 años. Esto le sirvió al desesperado padre como prueba.

    Finalmente, Dieter Krombach reconoció haber drogado a su paciente y haberla violentado sexualmente, pero, aunque la condena pudo haber sido de 10 años de prisión, recibió d os en suspenso y le quitaron su licencia de profesión médica.

    No obstante, el alemán no estaba desaparecido. Durante otro caso que lo vinculó, apareció atendiendo a Petra Stephan, quien había solicitado cita con otro doctor. Del nosocomio la llamaron para decirle que la atendería otro médico, y es ahí donde Krombach aparece.

    La paciente tenía conocimiento del caso de Kalinka y, de inmediato denunció al cardiólogo y al centro de salud.

    Agentes policiales detuvieron a Krombach en un rápido accionar cuando estaba a punto de fugarse del país con un maletín repleto de dinero.

    En 2007 se llevó a cabo el juicio donde André Bamberski asistió y Krombach recibió una condena de 28 meses de cárcel por “estafa y ejercicio ilegal de la medicina”.  No obstante, por buena conducta fue liberado 11 meses después en junio de 2008.

    El secuestro del padre justiciero

    El papá de Kalinka estaba exasperado por dar con el asesino de su hija, tenía diversos investigadores privados para encontrar al cardiólogo, quien se movía frecuentemente de localidad puesto que tenía conocimiento de que el padre biológico viajaba entre tres a cuatro veces al año a Alemania para confrontarlo para que se entregue.

    Alemania era un juzgado imposible y Bemberski lo sabía. Fue por ello que planeó secuestrarlo para poder llevarlo a Francia y que se cumpla la condena de 15 años que había determinado ese país.

    Contrató dos sicarios rusos para Krombach apareció encadenado a la reja de un portal en una calle de Mullhouse en Francia. El hombre presentaba evidentes signos de violencia, en especial, en el rostro y se encontraba atado de pies y manos, pero estaba con vida.

    <em>Foto: AFP</em>
    Foto: AFP

     Bamberski fue detenido luego de arribar en Francia ni bien llegó al hotel. Tenía encima un sobre con 19.000 euros. Pero, al pisar el salón donde debía declarar sucedió lo que sería el momento más emotivo para el desesperado padre: una gran ovasión se escuchó en todo el pasillo de la comisaría donde todos se pusieron de pie para aplaudirlo y rendirle honores como muestra de respeto. Todos admiraban su coraje.

    <em>Foto: AFP</em>
    Foto: AFP

    El padre de Kalinka debería responder por los cargos de secuestro, agresión y asociación con mafias criminales debido a contactar con los secuestradores. No obstante, sus ojos brillaron como hace mucho no sucedía. Un final feliz para André que terminó siendo liberado tras pagar una fianza de 20.000 euros. Fue acusado por instigación al secuestro y asociación ilícita.

    “Me siento aliviado. Estoy en paz conmigo mismo. También mi hija estará en paz. He dedicado mi vida a esta búsqueda. Asumo ahora todo lo que pueda ocurrirme. Nunca pensé matar a Krombach. Mi única sed era la de justicia”, señaló el padre luego de entregar al asesino de su hija a la justicia francesa.

    Finalmente, el 22 de octubre de 2011 el pedófilo, violador serial y asesino fue condenado a 15 años de cárcel por haber sido el responsable de la muerte de Kalinka. Los fiscales concluyeron que él había drogado a la joven con la finalidad de ultrajarla.

    Krombach quiso alegar motivos de salud en 2016 para salir de prisión, sin embargo, su pedido fue rechazado. Pero, insistió. En 2018 apeló ante la Corte Europea de Derechos Humanos aludiendo que había sido juzgado dos veces por la misma razón. Pedido que una vez más, fue archivado.

    En febrero de 2020 fue dado en libertad, aunque, siete meses más tarde fallecería en un asilo para adultos mayores a los 85 años. No de hicieron públicas las causas de su deceso.

    <em>Foto: Netflix</em>
    Foto: Netflix

    La historia completa sobre el asesinato de Kalinka se encuentra en Netflix en el documental: “El asesino de mi hija”.

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    “Ella ahora descansa en paz”: el padre justiciero que secuestró al asesino de su hija

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