Hombre bebió jarabe para la tos y despertó con el cadáver de su esposa al lado

 Matthew Phelps es el nombre de un joven aspirante a pastor comunitario, quien ha dejado sus sueños atrás para poder ir a prisión y cumplir una condena por el asesinato de una mujer, su esposa, Lauren.

¿Qué ocurrió? Una noche, mientras se destinaban a dormir en su casa ubicada en Raleigh, Carolina del Norte, el joven le comunicó a su pareja que se sentía con un malestar en la garganta, pidiendo que le acerque un jarabe. 

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Ella lo hizo, pero no vio la dosis que consumió Matthew. La escena del día siguiente no tenía explicación alguna. Phelps se levantó con un mejor perfil luego del medicamento, y cuando giró para ver a su esposa, se dio con la sorpresa de que estaba muerta con un cuchillo en la espalda. 

Cuando vio su cuerpo, él también estaba bañado en sangre. Se levantó de la cama y llamó a la policía, donde dio un confuso mensaje:

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"Creo que maté a mi esposa. Hay sangre en todo mi cuerpo y hay un cuchillo ensangrentado en la cama. Creo que yo la maté. Tuve un sueño y luego encendí las luces y ella estaba muerta en el piso. Consumí más medicina de la que debería. Tomé Coricidin porque sé que me puede hacer sentir mejor. Como muchas veces no puedo dormir por la noche, tomé de más"

Según la empresa Bayer, este medicamento no tiene efectos secundarios en la persona, por lo que no se han hecho responsables del hecho. Lo que ocurrió con la familia Phelps nos deja una lección, no automedicarnos para salir de apuros.