¡Me encontré un gato en la calle! ¿Qué hago?

En el Perú, lamentablemente, no somos ajenas a encontrarnos con animales en las calles. En especial porque el cuidado de los gatos como mascotas o miembros de la familia es un concepto relativamente nuevo. Por todos esos años en los que no ha existido un cuidado verdadero de la población felina, los gatos han vivido en las calles intermitentemente, han desarrollado un temor hacia las personas y se han reproducido (y siguen haciéndolo) de manera descontrolada. Entonces, encontrarte un gato en la calle es un escenario plausible, por eso queremos contarte qué acciones debes tomar en caso te suceda y quieras ayudarlo.

Lo primero que debes hacer es intentar calcular su edad. Por ejemplo, un gatito recién nacido puede tener los ojos cerrados o sin abrir totalmente, sus orejas aún no plegadas, no tienen dentadura alguna y hasta pueden tener el cordón umbilical si han nacido hace pocos días. Por otro lado, un cachorro ya tiene más rasgos de minino.

La cara y el cuerpo ya denotan que es un felino, solo que todo en tamaño reducido, con patas cortas, la cabeza todavía es chica y, en general, es pequeño (no suelen pesar más de 2kg), pero ya puede caminar por su cuenta y ya cuenta con dientes para masticar alimento.

Finalmente, un gato adulto, que es el más común en las calles, puede medir entre 30 y 50cm de largo y pesar un promedio de 3.5kg. Ya tiene patas y bigotes largos, las orejas grandes y una dentadura completa, o en algunos casos, algo maltratada por el tiempo. De hecho, por la dentadura es que se suele poder calcular qué tan mayor es el gato adulto.

Ahora que ya sabes cómo determinar su edad, hay que saber cómo actuar en cada caso.

Si te topas con una camada de neonatos en la calle, lo mejor es buscar a la madre por los alrededores o esperar a que vuelva. La mamá puede haber ido a buscar alimento y suele volver al lugar donde estaban sus crías. Si con el paso del tiempo se nota que no volverá y los quieres tomar bajo tu cuidado, el primer paso es abrigarlos.

Hay que colocarles una fuente de calor de inmediato y, acto seguido, llevarlos a una veterinaria especializada en gatos para una consulta. A esa edad, son sumamente frágiles y puede que necesiten quedarse internados. Además, necesitan ayuda para comer y para hacer sus necesidades, pues ese es naturalmente el rol de la madre y no lo saben hacer solos. Los gatos en esa etapa de vida tienen que tomar fórmula de leche maternizada para gatos. Contrario a la creencia popular. los gatos NO deben tomar leche de vaca, nunca. Puedes aprender sobre los cuidados de un gato neonato en el video de YouTube de Adoptamiu.

Si el gato es cachorro, lo mejor que se puede hacer es cogerlo y llevarlo a un hogar temporal. Si el gatito tiene menos de 4 meses, puedes aprovechar la ventana de socialización para ganarte su confianza utilizando la comida como herramienta. Incluso esto puede servir para atraerlo cuando está en un lugar de difícil alcance (pueden ver el rescate de Aurora hecho por Adoptamiu).

Es importante desparasitarlo (quizás debas bañarlo), además de alimentarlo y ofrecerle agua, pues no sabemos cuánto tiempo puede haber pasado sin comer. A esa edad ya sabrán usar un arenero y tomar agua por su cuenta, por lo que solo se necesitaría un pequeño espacio, que puede ser un cuarto o un baño, donde pueda estar unos días hasta encontrarle un hogar permanente. De ser posible, igual sería bueno llevar al gatito a una consulta veterinaria por prevención, y, si presenta algún malestar, hacerlo antes incluso para poder darle un tratamiento.

Finalmente, si es un gato más grande, lo primero que hay que evaluar es su actitud hacia los humanos. Es decir, si el gato es dócil o feral. Un gato feral no necesariamente es agresivo, también puede ser evasivo o puede dejarse acariciar y alimentar, pero, estresarse cuando pasa a ser cargado o puesto en un hogar de cuatro paredes con personas.

Si el gato es feral, lo mejor es realizar TNR, que significa atrapar, esterilizar y retornar al gatito a su colonia. Puedes aprender más sobre TNR contactando a Adoptamiu en redes sociales. Sin embargo, si es un gato adulto dócil, primero sería bueno ver si es un gato que tuvo una casa y se ha extraviado.

Si luego de varios días nadie lo reclama, puedes intentar colocarlo en un nuevo hogar. Mientras eso ocurre, deberá tener un hogar temporal que puede tener las mismas características que el espacio para cachorros, es decir, un arenero, un plato de comida y uno de agua. También será importante desparasitarlo y, de ser posible, llevarlo a una revisión veterinaria. Si no está esterilizado, también se puede hacer lo más pronto posible para evitar enfermedades, como cáncer.

Y, ¿por qué no un albergue?

Existen muchos grupos u organizaciones que albergan a varios animales callejeros con el propósito de ayudar a esta gran población que es vulnerable en las calles. Sin embargo, la gran mayoría de albergues se encuentran sobrepoblados y con recursos escasos. No tienen apoyo por parte del Estado y muchas veces son forzados a tomar casos, siendo amenazados con que van a echar a los gatos en la calle si no los acogen.

Es por eso que llevar a un gato a un albergue tiene que ser una última opción, porque al hacerlo estamos condenando a las personas a asumir una inversión más y exponemos al gato a una enorme carga viral y un gran nivel de estrés. Nuevamente, esto debe ser únicamente en casos extremos y, si de verdad queremos rescatar a un gato, debemos por lo menos apoyar con una donación de comida, arena o tiempo para su cuidado.

El espacio que debemos ceder para ayudar a un gato es mínimo y casi todos estamos en condiciones de proveerlo. Nuestro trabajo como sociedad debe ser ayudar a sacar a los gatos de los albergues en adopción, no llenarlos de más gatunos. Es por eso que siempre será mejor darle un hogar temporal y luego buscarle un hogar permanente de manera particular. Si todos funcionamos como hogares temporales, estaremos incrementando el impacto total sobre esta problemática.