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01 Dic 2021 | 8:23 h

Fetichismo sexual ilegal: ¿Por qué los japoneses roban las ropas interiores femeninas?

En este artículo entenderemos el misterio detrás de por qué los japoneses roban bragas.

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    El robo de la ropa interior femenina es un delito común en Japón. | Foto referencial. | WAPA

    ¿Sabías que en Japón existe un fetiche sexual relacionado al robo de las prendas íntimas de las mujeres? Sí, aunque parezca una idea jalada de los cabellos, en el país del sol naciente existen muchas denuncias, e incluso, arrestos a hombre que osan robar y coleccionar las ropas interiores de las mujeres, y no necesariamente estas tienen que estar limpias.

    Esta acción frecuente en el país asiático está relacionado con un fetiche sexual, pues los hombres a menudo roban bragas para olerlas y masticarlas. Según la información que se maneja en este país, este fenómeno no aparece demasiado en las noticias porque es "algo que pasa todos los días".

    El robo suele ocurrir la mayor parte del tiempo en tendederos al aire libre, pero muy bien puede ocurrir en el balcón de un lugar elevado si deja abierta la ventana de su apartamento.

    Algunos también tienden a robar en las lavanderías públicas, pero ha habido varios informes de casos extremos en los que los hombres se han acercado a las mujeres en la calle y les han pedido que se quiten las bragas, a veces a la fuerza u ofreciéndoles dinero.

    Aunque el robo de estas prendas está catalogado como un delito, existen tiendas de ropa que osan por complacer este fetiche penalizado. Resulta que estos comercios se dedican a la venta de ropa interior usada por mujeres jóvenes. Cuanto más puestas tengan unas bragas, más caras se pagarán. Las prendas se venden en cajas para no alterar su estado (olor, etc).

    En algunos de estos locales también se ofrecen uniformes de colegiala usados, que adquieren mayor precio a cuanta mayor saliva se encuentre en ellos. En otras temática, las chicas utilizan la ropa interior y se la quitan justo en el momento de que el cliente la compra.

    En Japón, existe una ley para frenar el robo específico de bragas. quien sea atrapado haciendo esto ir a prisión por hasta 10 años y pagar una multa de 500.000 yenes ya que el acto se considera una perversión y no un simple robo de pertenencias. Estas prácticas y adquisiciones incluso podrían perjudicar la lucha contra la violencia sexual contra la mujer en el mundo y vulnerar a las menores de edad.