Iniciar una relación sexual muchas veces nos hace despertar nuestro lado más ansioso, tanto que a veces podemos cometer algunos errores inconscientes que podrían traernos perjuicios en un futuro cercano. Entre las preguntas que se hacen las parejas está sobre el uso de la saliva como lubricante. ¿Es bueno?, ¿es malo? A continuación, responderemos a tu duda.
Son muchas las mujeres que sufren de falta de lubricación en su zona íntima, algo que dificulta sus relaciones sexuales provocándoles molestias e imposibilidad de disfrutar con plenitud en esos momentos. Por ello, muchas parejas hacen uso del lubricante.
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Este producto no solo ayuda a asegurar el confort para ambas partes, también aumenta tremendamente el placer, dependiendo de la variedad del lubricante utilizado.
Para hacer frente a esta situación y aumentar la excitación es muy común que las parejas utilicen la saliva como lubricante casero, pero; ¿es bueno o malo?
Algunas personas podrían creer que la saliva mejora el sexo, pero la verdad es que la saliva entrega muy poca lubricación. El sexo con saliva como lubricante eventualmente podría ser doloroso, sería un lubricante inadecuado, se secaría mucho más rápido comparado con la lubricación propia de tu cuerpo o un lubricante fabricado profesionalmente.
Sin embargo, aunque la saliva contiene muchísimas bacterias, estas por lo general no son dañinas para el cuerpo.
Por ello, podemos afirmar que usar la saliva como lubricante no es malo ni perjudicial; pero sí es un lubricante casero que no debería de ser usado debido a la primera causa explicada.
Lo más recomendado para combatir la sequedad vaginal y lograr que la penetración sea más fácil y placentera, es el uso de lubricantes íntimos y, entre todos, los de base acuosa son los que ofrecen mejores resultados. Este tipo de lubricantes no causan reacciones alérgicas, no manchan, son sencillos de retirar y, lo más importante, impide que la mujer sienta molestias o dolores en sus relaciones sexuales. Son totalmente compatibles con el látex de los preservativos y permiten intensificar las sensaciones y el placer experimentado durante el coito.