Como parte del cuidado femenino tanto estético como higiénico solemos evitar la presencia de los vellos púbicos, sin embargo, la realización de este proceso podría causarnos algunos problemas en la piel si no la usamos con precaución.
La depilación constante puede desarrollarse de varias formas; uso de cremas, cera u otro método que genere presión sobre la zona de la piel, con el tiempo podría oscurecer el área.
Del mismo modo, que puede cambiar el tono de la piel en la zona íntima, también puede causar lesiones o heridas genitales. Pues la vulva es una zona delicada y los labios vaginales también.
En tanto, para evitar estas reacciones en la piel, la frecuencia no debe ser exagerada o recurrir a otras prácticas que no irriten la piel.
Un estudio realizado por los científicos de la Universidad de Texas señaló que la mayoría de mujeres que decidieron recurrir a la eliminación de sus vellos íntimos han sufrido posteriormente de infecciones, lesiones cutáneas, etc.
Los especialistas recomiendan no quitar los vellos púbicos del todo porque estas permiten proteger la vagina de las bacterias. Es decir, la función de los vellos es proteger la entrada de la vagina para que los enemigos casi invisibles como microorganismos dañinos no ingresen por ahí.
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Si eliminamos en su totalidad los vellos entonces estaremos dejando al descubierto la vagina y con ella posibilidad de sufrir alguna infección.