5 poses sexuales súper silenciosas para tener sexo sin despertar a tus "roomies"
No hacer ni un ruido en el sexoparece complicado, pero para nada imposible.
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Parece imposible tener relaciones sexuales sin hacer ni un tipo de ruido. Ya que cuando gozamos de buen sexo liberamos de todo: estrés, pasión, amor, hormonas y demás. Por lo que estar callados en complicado.
Nuestros cuerpos hablan por sí solos, sin embargo, hay veces que debemos ser recatados por obligación más que por convicción. Justo las cosas con esa persona en especial se dan en el departamento que compartes con tus amigos o en la casa de tus padres.
Por eso te enseñaremos nuevas poses sexuales súper silenciosas que debes probar si no vives solo y decides desatar tus bajos instintos.
El misionero infiltrado
Si los resortes de tu colchón hacen más ruido que tú, prueba con una pose en la que no requieras saltar tanto. Como la del misionero más lento y sexy. Ponte tú en la parte superior para que puedes manejar las caderas y moverte en lugar del habitual empujón que trae consigo esta posición. Es cauteloso, tienes el control y puedes inclinarte tanto como desees.
El grito silencioso
Nos ponemos en cucharita con esa persona especial. Quien esté por detrás debe presionar un juguete sexual que no haga mucho ruido contra tu vagina. Toda la diversión, pero sin el zumbido que dan muchos de ellos.
El perrito al suelo
La cama puede ser siempre un problema. Si sigue chillando más de lo debido, ponte en el suelo con una almohada en las rodillas para hacer un “perrito amordazado”. Y si eres ruidos, acércate a la cama, coloca una almohada entre tu boca y el colchón y gime a gusto.
Un rapidito
Si tu compañero te sorprende al salir de casa por un instante, no desaproveches la oportunidad y ten sexo rápido. Apóyate en la cama con una rodilla en el colchón. Mientras, tu pareja se pone de pie detrás de ti con una pierna en el suelo y la pierna opuesta a la tuya apoyada en el colchón. Que te agarre las caderas para que lleguen al punto máximo de placer rápidamente.
Placer mutuo
Estás viendo una película con tu pareja en el sofá de tu sala. Las manos se ponen traviesas y buscan el deseo. Es ahí cuando debes cubrirte con una sábana para que puedan masturbarse mutuamente. Si alguien entra, no pasa nada, solo deben quedarse quietos e intentar actuar con normalidad.