Si bien el deseo sexual de las mujeres depende en gran medida de las variaciones hormonales por las que atravesamos a lo largo de cada una de las fases del ciclo menstrual, la libido femenina es una de las variantes más difíciles de determinar con precisión debido a que no sólo tiene un componente hormonal sino que también tiene un componente físico, mental y emocional.
Además hay que tener en cuenta que existen otros factores que afectan favorable o desfavorablemente el deseo sexual de las mujeres como es el caso de la menopausia. Y si a eso le sumamos eventos externos como rupturas amorosas y duelos familiares o fenómenos internos como trastornos de la salud mental (depresión, ansiedad, entre otros), la situación se complica aún más.
Como vemos, la ausencia de interés por el sexo puede tener varias causas y ya que aqueja a muchas mujeres es necesario conocer cuál es el origen de la falta de deseo sexual femenino.
El primer paso es identificar si estás experimentando falta de deseo sexual. Usualmente los síntomas más comunes son los siguientes: falta de interés en cualquier tipo de actividad sexual, eso incluye no sólo tener relaciones sexuales con alguien sino también practicar la masturbación; ausencia de fantasías sexuales y preocupación por la falta de interés en el sexo y la ausencia de fantasías sexuales.
Hay que destacar que la única manera de notar la falta de deseo sexual es comparándola con algún otro momento de nuestra vida reciente en que el interés por el sexo ha estado más presente. Sólo cuando esto ocurre y provoca preocupación en la mujer que lo está viviendo, es necesario ir a consulta ginecológica o psicológica para descubrir cuál es la causa de la falta de deseo sexual.
Existen 3 tipos de causas que originan la falta de deseo sexual y son de carácter físico, hormonal y psicológico.
Entre las causas físicas encontramos los problemas sexuales como la falta de orgasmos al tener sexo en pareja, ya que dicha insatisfacción puede provocar que el interés por el sexo se reduzca drásticamente.
Otra causa física es la relacionada con el estilo de vida, por ejemplo, si bebemos alcohol o fumamos en exceso eso provoca la disminución del flujo sanguíneo, lo que a su vez disminuye la excitación.
Entre las causas hormonales encontramos los cambios que se producen durante la menopausia, debido a que los niveles de estrógenos bajan y eso puede producir que se sequen los tejidos vaginales. La sequedad vaginal tiene como consecuencia que el coito pene-vagina resulte doloroso y, por ende, que la mujer asocie las relaciones sexuales con dolor, lo que definitivamente disminuye el deseo sexual.
Por último, entre las causas psicológicas hay varias que pueden desencadenar ausencia de interés en el sexo como trastornos mentales como la depresión y la ansiedad, el estrés también afecta la libido femenina; pero sobre todo son las experiencias pasadas de abuso o violencia sexual las que pueden causar no sólo una falta de deseo sexual sino un rechazo por cualquier tipo de contacto de índole sexual.
Sandra Campó es escritora y educadora sexual. Autora del libro HOY TENGO GANAS DE MÍ: 7 historias de masturbación femenina y creadora del blog SASÁ. Desde 2015 realiza talleres de educación sexual para mujeres en diversos espacios de Lima. Síguela en FACEBOOK e INSTAGRAM: @elblogdesasa