A lo largo de nuestra vida, sobre todo desde que comenzamos a menstruar, el útero tendrá un rol protagónico en nuestra salud sexual y reproductiva. Pero no sólo interviene en el ciclo menstrual sino también durante el orgasmo, el embarazo y la menopausia. Además el estado en el que se encuentre determina qué tipo de enfermedades vamos a sufrir.
Sin embargo, poco sabemos sobre el útero, uno de los órganos más importantes relacionados con la reproducción sexual, por eso es necesario conocer cómo es realmente un útero.
El útero, también conocido como matriz, es el mayor órgano del aparato reproductor femenino y el más importante debido a que su función principal es alojar el embrión y el feto durante su desarrollo a lo largo del embarazo.
Es un órgano muscular hueco que tiene forma de triángulo invertido, se encuentra ubicado en la cavidad pélvica, específicamente delante del recto y detrás de la vejiga. Mide aproximadamente 8 centímetros de largo y 5 centímetros de ancho, es decir, que es del tamaño de una pera mediana.
Es un órgano muscular compuesto de 3 regiones (el cuerpo, el cuello o cérvix y el istmo) y de 3 capas (serosa o perimetrio, miometrio y endometrio). Al respecto el cuello o cérvix es una de las partes con las que las mujeres entran en contacto más comúnmente debido a que se trata del estrechamiento ubicado en la parte inferior del útero, que comunica a éste con la vagina.
Cuando asistimos a consulta médica, es el cuello uterino lo que la ginecóloga nos revisa con el espéculo y al hacernos una prueba como la de Papanicolau es el cérvix la zona de la cual se recogen muestras.
Por otro lado, el endometrio es la capa del útero más conocida por las mujeres debido a que es ésta la que se desprende cada mes y que observamos en forma de sangrado durante nuestra fase menstrual.
Aparte de su función como espacio de alojamiento para el embrión y luego para el feto durante su desarrollo en el embarazo, el útero tiene también otras funciones en diversos procesos naturales femeninos.
Durante los días de nuestra regla produce contracciones para expulsar el endometrio, una capa que ha cubierto el útero con el objetivo de recibir el óvulo fecundado. Cuando la fecundación no se produce, el endometrio se desprende y cae en forma de sangrado, que es el que observamos durante nuestra fase menstrual.
En la fase del clímax del orgasmo el útero produce contracciones simultáneas y rítmicas que forman parte de la respuesta sexual de las mujeres durante la cumbre del placer sexual.
Por último, a partir de la menopausia, debido a la pérdida de tonicidad en los músculos pélvicos puede ocurrir que el útero —además de la vagina y la vejiga— caiga de posición, condición denominada como prolapso.
Sandra Campó es escritora y educadora sexual. Autora del libro HOY TENGO GANAS DE MÍ: 7 historias de masturbación femenina y creadora del blog SASÁ. Desde 2015 realiza talleres de educación sexual para mujeres en diversos espacios de Lima. Síguela en FACEBOOK e INSTAGRAM: @elblogdesasa