Si pensabas que tu suegra era tu principal enemiga dentro de tu nueva familia, estás equivocada. Las cuñadas pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza en tu relación. ¡Ten cuidado!
Seguro has tenido uno que otro altercado con ella, y creías que eran hechos totalmente aislados, pero estabas equivocada. Según una encuesta online realizada por un medio internacional, esta indicó que el 56% de los participantes respondieron que el pariente político que menos soportan son las cuñadas, dejando a las suegras en un segundo lugar con el 32% de las afirmaciones, como los parientes políticos más detestables.
Estas apreciaciones se dan debido que para una cuñada es muy difícil saber que les han quitado el protagonismo dentro de la vida de su hermano o hermana, por ende, nace la envidia y el egoísmo al verse desplazadas por alguien más.
Otro motivo de este odio sin sentido, según explica la psicóloga Terri Apter, en su libro ¿Qué quiere de mí? Aprender a llevarse con la familia política, podría ser por la competencia entre hermanos. Mientras algunos se apoyan y están orgullosos de sus logros, otros envidian ese progreso y quieren lo mismo.
La experta, además, precisa que las cuñadas reflejan sus frustraciones y conflictos sin resolver con las parejas de sus hermanos. Es más sencillo encontrarle defectos a la enamorada de su hermana que admitir que tiene alguna rivalidad con él.