Así como los medios de comunicación en general y la publicidad en particular se han encargado de mostrarnos lo que es un cuerpo perfecto, la pornografía se ha dedicado a establecer lo que es una vulva bonita: debe ser de labios simétricos y cortos, de color rosado y sin ningún vello que la cubra.
Todas las mujeres que tengan vulvas diferentes a la descrita son las desafortunadas dueñas de unos genitales femeninos feos y, por lo tanto, deben lamentar su mala serte. Al menos así era hasta hace unos años atrás porque ahora existe la cirugía de labios vaginales que últimamente se está convirtiendo en tendencia en el campo de la cirugía estética.
La cirugía de labios vaginales, también conocida como labioplastia o ninfoplastia, consiste en reducir el tamaño de los labios menores de la vulva.
En los últimos años este tipo de cirugía genital femenina está ganando popularidad y cada vez son más las mujeres que deciden someterse a esta intervención porque no se sienten a gusto con la apariencia de sus labios vaginales.
La edad de las mujeres que deciden optar por este tipo de procedimientos quirúrgicos va entre los 20 y los 50 años, pero el porcentaje más grande es el de las más jóvenes.
El acceso a la pornografía a través de internet ha provocado que muchas chicas que apenas han dejado la adolescencia estén convencidas de que una vulva bonita tiene determinadas características — como las que he mencionado líneas arriba —y entre ellas la que más se destaca es la relacionada al tamaño de los labios vaginales menores, que en las películas pornográficas son simétricos y cortos.
A excepción de que se trate de algún caso de hipertrofia —crecimiento exagerado— de labios menores que cause molestias durante las relaciones sexuales, al practicar algún deporte como el ciclismo o al usar ropa ajustada como la ropa de baño; la cirugía de labios vaginales resulta absurda e innecesaria debido a que no existe un modelo único de cómo debe ser una vulva.
Cada vulva es única como lo es el rostro de una mujer, por lo tanto, existe una gran variedad de colores, tamaños y formas de vulvas y todas son perfectamente normales.
La falta de una educación sexual es la causa de que muchas ignoremos que existe una gran diversidad de vulvas y que no tenemos por qué avergonzarnos de la nuestra para cumplir con estándares impuestos por una industria como al pornográfica que explota sexualmente a las mujeres al mismo tiempo que promueve o normaliza la violencia sexual.
La cirugía de labios vaginales no sólo es absurda e innecesaria sino que además implica riesgos como infección, cicatrices en el tejido y reducción de la sensibilidad genital.
Para evitar caer en esta trampa de la cirugía estética genital debemos aprender a aceptar nuestra vulva, así como debemos aprender a aceptar nuestra cara y nuestro cuerpo.