Existen muchas personas que no pueden pasar mucho tiempo solas. Están aquellas que no han acabado de superar una ruptura para embarcarse en una nueva relación de pareja sin ponerse a pensar en algo clave: ¿no estaré apresurándome mucho en iniciar una relación tan pronto?
¿Existe acaso ese momento al que llamamos “muy pronto” para comprometernos de nuevo con alguien? Por ejemplo, grandes estrellas hollywoodenses tienen relaciones tan seguidas que siempre nos agarran desprevenidos: ¿quién es la nueva pareja de Selena Gomez? ¿con quién anda ahora Justin Bieber?
Si bien no existen números matemáticos exactos que nos digan si estamos cometiendo un error al momento de iniciar una relación con alguien apenas haberlo conocido, estas claves podrían servir.
Si hablas mucho de tu ex
Si eres de las personas que no puede dejar de hablar de su anterior pareja, si todos los lugares que visitas ahora con tu nuevo novio o novia te recuerdan a él /ella, pues entonces sí hay un serio problema. No hay nada peor que aburrir a la otra persona con recuerdos que no le interesan y más bien lo mortifican.
Si te dejas vencer por el proceso de abstinencia
Lógicamente que una ruptura amorosa tendrá una clara influencia en el aspecto sexual. Por tal motivo, no queremos tener intimidad con personas que dañen nuestro corazón o que nos lastimen. Nuestro cuerpo pasa por un proceso de abstinencia, el problema pasa cuando nos acostamos con alguien que nos hace sentir tan bien en la cama como aquella persona con la que acabamos de terminar. No hay que confundirnos: involucrarnos sentimentalmente con alguien solo por sexo es fatal.
La tentación de los mensajes
Otro síntoma peligroso es cuando, pese a haber concluido una relación seria, no dejamos de mandarnos mensajes con la ex pareja. Llega un momento en que se genera tal dependencia que nuestras vidas pueden girar en torno al sonido de WhasApp de nuestros celulares, que cuando esos mensajes dejan de llegar podemos sumirnos en la más profunda depresión.
No haber aprendido nada de la relación anterior
Algo muy importante es tratar de tener la cabeza fría y analizar las razones del último rompimiento. Es aquí cuando entra a tallar nuestra capacidad de analistas, pues hay que tener siempre en cuenta que se sacan valiosas conclusiones de una relación que no funcionó. Si todavía no has aprendido nada del porqué fracasó tu relación anterior, entonces lo mejor es no buscar ninguna relación seria todavía.