La hemofilia es una enfermedad no contagiosa que afecta a una de cada 10.000 personas, según la Federación Mundial de Hemofilia, y está relacionada con el cromosoma X, es decir, la transmiten las mujeres quienes son portadoras y la padecen los hombres. Sin embargo, alrededor del 30% de pacientes no la heredaron. ¿Cómo así?
NO TE PIERDAS: Conoce la terapia que mejora la calidad de vida de los pacientes con Parkinson
Esta variación del mal hereditario se le denomina hemofilia esporádica y es causada por un cambio en sus propios genes.
“La hemofilia es un trastorno hemorrágico poco común (pero el más conocido) en el que la sangre no se coagula normalmente debido a la ausencia total o parcial de factores de la coagulación, que son proteínas en la sangre encargadas de controlar el sangrado”, explicaron las doctoras Francesca Tassara y Pilar Paredes hemátologas de los Complejos Hospitalarios Alberto Barton y Guillermo Kaelin respectivamente.
Si uno de estos factores no funciona bien, se forma más lentamente el coágulo que impide el sangrado.
El tratamiento más importante para esta enfermedad es el llamado de restitución. Consiste en administración lenta endovenosa de concentrados de factores de coagulación. Esto corrige la ausencia o deficiencia del factor de coagulación correspondiente. “Este tratamiento puede ser periódico, para prevenir el sangrado, o a demanda que es cuando se presenta algún tipo de sangrado”, aseguró la Dra. Tassara.
“En definitiva, esta enfermedad es incurable, su tratamiento es paliativo y tiende a detener la hemorragia a través del suministro, por vía intravenosa, del factor de coagulación que falta”, indicó la Dra. Paredes.
La hemofilia es una enfermedad genética cuya aparición, después del nacimiento, no se puede prevenir. Lo que sí se puede hacer es prevenir las situaciones que involucran un riesgo de traumatismo y por tanto de hemorragia.
TAMBIÉN LEE: El semen podría ser la nueva herramienta para los tratamientos de cáncer ginecológico
Tan pronto como un niño sea diagnosticado de hemofilia, los padres deben tomar precauciones para prevenir o reducir la aparición de hemorragias Para ello, las hematólogas recomiendan: