Ir al cine o ver una película en una casa, es una de las mejores excusas para pasar un momento cómodo y agradable al lado de la persona que te gusta o de tu enamorado; sin embargo, existen ciertas manías que pueden arruinar por completo tu velada.
No dejar el celular, adelantarte el final de la película y otras cosas más que puedes hacer, hará que tu pareja se sienta incómoda y pasen un momento realmente incómodo. Por eso, te vamos a dar una lista de 10 cosas que no debes de hacer.
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Este es uno de los puntos más importantes. Si vas a ver una película debes de dejar el celular de lado, además que si estás en el cine la luz de la pantalla distraerá no solo a tu pareja, sino a toda la sala.
Nada más incómodo que te anuncien lo que pasará mientras estás concentrada viendo la cinta. Si crees que sucederá algo, preferible quedarte en silencio y así todos felices.
Recuerda que siempre debes de ser auténtica, si algo te causa gracia debes de dejar salir la risa, sin exagerar claro está.
Si deseas comer, solo dilo. Nadie te juzgará si lo haces, además es clásico ver una película y comer palomitas de maíz, es el acompañante perfecto en cuanto a comida.
Antes de entrar a la función debes de prever todo, desde ir al baño hasta comprar una botella de agua, así ves tranquila el film y los demás también. Pero, si estás en una casa, la situación se repite nada más incómodo que poner a cada momento pausa.
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Ver películas, sin duda, es algo sensacional pero existen otras actividades que también se pueden realizar en una cita o con tu pareja.
Una de las cosas más fastidiosas es pasar toda la película escuchando todos los problemas que puedan existir. Cada cosa tiene su momento.
Es muy incómodo escuchar los sonidos que alguien hace mientras come, imagínate lo terrible que es si está todo en silencio.
Si ya viste la película y aceptaste verla por segunda vez, no se te ocurra contar el final. A nadie le gusta que le arruinen la película.
Se suponen que van a ver una película y terminan besándose apasionadamente en el cine o en el sillón. No es que esté mal, pero una vez más, cada cosa tiene su momento y lugar.