La inactividad sexual podría traerte algunas complicaciones. Se dice que cuando se interrumpe la vida sexual activa sostenida por años, se generan consecuencias en tu cuerpo y cerebro por no tener sexo.
“Vivir sin sexo no es una enfermedad; se puede estar en abstinencia aunque es difícil mantenerse así, el cambio de llevar una vida sexual satisfactoria a una nula tiende a generar malhumor, entre otros problemas”, explica el consejero y terapeuta sexual, Eduardo Ramos Cuevas, de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual.
Pero no solo eso, con ello una serie de problemas podrían saltar a la vista como por ejemplo:
Según estudios, la inactividad sexual podría afecta la autoestima de las mujeres, provocando que se sienta insatisfecha con ella misma, poco valorada e incluso fea.
La falta de sexo afecta la cantidad de anticuerpos antivírales en un 30% y provoca que la mujer esté permanentemente enferma.
Por falta de relaciones sexuales la oxitocina y estrógenos pueden convertir a una mujer más propensa a consumir analgésicos. “La causa es completamente natural: estas hormonas matan el dolor”, dicen los especialistas.
Cuando se tiene una relación sexual se dice produce progesterona, esta hormona elimina el acné en la cara.
De acuerdo con un estudio del sexólogo Norbert Livinoff, la falta de sexo puede afectar de manera particular en el humor de las mujeres, debido a que luego de un lapso considerable de tiempo sin relaciones, se muestran malhumoradas y de difícil trato. Además, tener relaciones sexuales relaja el cuerpo y ayuda a controlar el estrés a igual que la ansiedad.
Tener relaciones sexuales es considerado uno de los mejores ejercicios cardiovasculares, hacerlo de manera esporádica o no hacerlo se asocia con un mayor riesgo de ataques cardíacos y muerte súbita, según la Universidad de Tufts, Estados Unidos.
Cuando se tiene relaciones sexuales, se libera la hormona llamada endorfina, la cual trae el efecto de sentirnos llenos o saciados el 60%. Por esa razón, se tiende a comer más después que se termina una relación amorosa, ya que el cuerpo necesita más alimentos.