La madurez emocional es referente y se transforma de persona a otra, pero presentando ciertas características comunes que se relacionan con la responsabilidad, al reconocimiento de esfuerzos, a la independencia, a la capacidad de reconocer sus equivocaciones y a asumir las consecuencias de sus acciones.
Pero, según la página Rincón del Tibet, existen actitudes opuestas que caracterizan a las personas emocionalmente inmaduras, es por ello que te compartimos cuáles son estos para que identifiques si estás rodeada de alguna o si tú presentas uno de ellos, así podrás trabajar en ello.
Personas egoístas: no les interesa mucho las cosas que no estén relacionadas a su propio beneficio, sintiendo que sus prioridades son lo más importante, no solo para ellos, sino para los que están a su alrededor.
Llaman la atención por vías equivocadas: tienen desarrollado en el arte de la manipulación, ya que no tienen mucho manejo de recursos para comunicarse, de esa manera captan la atención de los demás.
Fantasiosos: sueñan con mucha frecuencia, hasta se llegan a creer sus propias fantasías o bien sus expectativas son muy lejanas a la realidad, lo que les provoca en ocasiones frustración, sufrimiento e inclusive pueden llegar a la depresión.
Responsabilizan a otros o a su entorno de sus acciones y de sus fracasos: no aceptan las responsabilidades y buscan excusas que justifiquen los resultados negativos o a un chivo expiatorio a quien echar la culpa de sus acciones.
Son irresponsables con sus gastos: a pesar de generar su propio dinero, parecen no tener un control adecuado de su economía, es decir, gasten más de lo que ganan. Siguen mucho a su impulso y caprichos, al punto de endeudarse o asumir compromisos por los cuáles no podrían responder.
No miden las consecuencias de sus acciones: no piensan en el futuro, no analizan, se dejan llevar sin darse cuenta de lo que puede pasar.
Establecen vínculos de dependencia: por la inmadurez tienden a vincularse con personas que tienen el perfil de cuidador, paternalista y protectora. En esta dinámica la necesidad y dependencia son relevantes y son características de una persona que no puede relacionarse desde la libertad e independencia.
Las personas inmaduras emocionalmente no siempre son perjudiciales en sus relaciones, pero si necesitan ir superando etapas, trabajando su seguridad, confianza e independencia, además de buscar el equilibrio que le permita tomar decisiones adecuadas para él y para el resto que lo rodea.
Si consideras que eres una persona emocionalmente inmadura, quizás sea importante para tu saber que: crecer es necesariamente olvidarte de tu niño interior, él siempre te acompañará y será parte de ti, crecer es tomar mayores compromisos y dejar en el pasado esas heridas que no te dejan avanzar.
Visita a un especialista, conversar sobre esos temas que pienses que no te dejan ir.