Sin duda alguna, la convivencia con las mascotas ha mejorado muchísimo en los últimos años. Tener un miembro de cuatros patas conlleva ser empático y responsable.
Sin embargo, las dificultades se presentan cuando la familia tiene que mudarse a un departamento o una casa pequeña. En esta situación debe considerar algunos puntos fundamentales.
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Normalmente, en los condominios o edificios existen una junta directiva, que tiene estatutos y normas. En algunos casos sí aceptan mascotas y hay dos detalles que se deben tener en cuenta sí o sí.
Por esa razón, el primer requisito que se le pide a una mascota es tener una buena conducta. Por ejemplo, los periquitos australianos, peces, tortugas o hámsteres no generan muchas complicaciones. De la misma forma sucede con los perros, que pueden ser domesticados para convivir en armonía con la familia. La responsabilidad del dueño es vital.
El segundo detalle tiene que ver exclusivamente al compromiso. Es común que haya una cierta discusión entre los hijos y los padres para ver quién va a dar la comida a la mascota. Todo esto debe ser conversado con el fin de llegar a buen puerto.
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Los miembros de cuatro patas deben recibir una crianza formidable, ya que así no podrán incomodar a los vecinos del condominio y edificio. Lo recomendable es que lleven una alimentación saludable, para evitar enfermedades o travesuras como subirse a la mesa.
Bien o mal, tener mascotas en espacios reducidos puede convertirse en un reto más complicado de lo esperado, pero con orden y paciencia todo se puede solucionar.