Tener una mascota en casa es sinónimo de brindar mimos al nuevo engreído solo para verlo feliz; sin embargo, demasiadas muestras de afecto podría ser perjudicial para la salud luego de conocer las terribles consecuencias que generaría en nuestro organismo, detalló John Oxford, profesor de virología y bacteriología de la Universidad Queen Mary en Londres.
Para el especialista, es muy común que las personas quieran dar y recibir besos de nuestros perros o gatos, pero esta práctica que significa demostrar cariño es una "bomba" llena de bacterias que una vez ingresada al cuerpo pueden desencadenar un sinfín de enfermedades.
Aparte de la boca, donde los cachorros utilizan su lengua para dar lamidas, ellos también poseen una gran cantidad de microorganismos en su trompa porque siempre olisqueando cosas que encuentran en la calle: "No es solo lo que portan en la saliva", dijo el Dr. Oxford.
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"Los perros pasan la mitad de sus vidas con su nariz en rincones sucios o pasando por encima de excremento de perros, por lo que sus hocicos están llenos de bacterias, virus y gérmenes de todo tipo", agregó.
El virólogo quiso poner como ejemplo a una mujer de Reino Unido que estuvo internada en UCI y con un fallo multiorgánico luego de presentar una infección por la saliva de su galgo italiano, recalcando la importancia de evitar en la mayoría de lo posible esta práctica.
Brindado más detalles del caso: la señora estaba hablando por teléfono cuando de pronto presentó problemas para comunicarse, llamando a una ambulancia para que los médicos atendieron el caso, pero cuando arribaron a la vivienda pudieron notar que la afectada estaba perdiendo el conocimiento, agregando que la noche anterior solo padeció un pequeño cuadro de migraña.
Cuando se pensaba que todo andaba bien, la persona que se mostraba muy cariñosa con su perro volvió a presentar una recaída: padecía de confusión, dolor de cabeza, diarrea, fiebre alta y sus riñones fallaron. Tras ello, fue derivada a UCI hasta que los exámenes practicados arrojaron que sufría de septicemia severa (infección en la sangre) como resultado de la saliva de su mascota.