Durante la infancia, las experiencias familiares que se dan fuera de la casa se quedan en la memoria para siempre y ayudan a forjar la personalidad.
Adicionalmente, los viajes en familia activan la creatividad de los más pequeños, despiertan su curiosidad, su espíritu aventurero y les generan deseos de salir a conocer el mundo.
Sin embargo, viajar con niños puede ser difícil y a veces los padres no tienen en cuenta ciertos aspectos a la hora de elegir el destino y las actividades que quieren realizar.
Es por eso que el buscador de vuelos y hoteles, Viajala, comparte algunos consejos para los padres que quieran que sus vacaciones en familia sean un momento inolvidable en la vida de sus hijos.
Especialmente ahora que ya muchas familias están organizando su viaje por el feriado largo que tenemos en Semana Santa.
Si bien pertenecen a la misma familia, cada miembro lleva una rutina muy diferente al resto y, así, sus expectativas de unas vacaciones varían de acuerdo a sus gustos, su edad y sus capacidades.
Por tal motivo, es muy importante elegir un destino que tenga opciones para todos.
Desde playa hasta parques naturales, pueblos patrimonio o ciudades llenas de arte y cultura, la idea es que el viaje genere entusiasmo en todo el grupo, pues esto garantiza que todos tengan buena disposición.
Haz una lista con todos los documentos que van a necesitar en el destino: DNI, pasaportes, certificados de vacunación, recetas médicas, etc.
Una vez que todo esté completo y con fecha vigente, es mejor que una sola persona sea la encargada de conservar los documentos originales (a excepción de la identificación) y que otra lleve copias a color de los más importantes.
Además de eso, como medida extra de seguridad se aconseja que:
Todos los miembros de la familia tengan a la mano la información del hotel en el que están hospedados, más un número de emergencia.
En caso de que visiten algún atractivo muy concurrido, definir un punto de encuentro seguro caso de que alguien se pierda.
No importa si el viaje es por carretera o por avión, cuando el destino está muy lejos de casa es mucho más ventajoso viajar en la noche ya que esto les ayudará a todos a descansar y a aprovechar más el día para ultimar detalles.
Recuerda que para los niños es más difícil permanecer quietos durante mucho tiempo, por lo que es mejor dejarlos jugar en el día para que descansen en la noche mientras se dirigen al destino.
En caso de que el viaje implique cambiar de zona horaria, se recomienda tratar de ajustarse al nuevo horario incluso antes de llegar.
El ejemplo comienza con papá y mamá, así que, si se desconectan de internet, del trabajo, de las redes y de cualquier otra distracción, los niños harán lo mismo y se enfocarán en aprovechar su tiempo en familia.
Aunque pueda parecer muy difícil, las experiencias familiares se viven mejor cuando no hay aparatos de por medio.
Anímense a conocerse mejor, a escucharse y, por supuesto, a aprender uno del otro.
Después de un viaje familiar es bueno reunirse y recordar los buenos momentos, los momentos difíciles y las anécdotas divertidas.
De esta manera poco a poco los niños irán vislumbrando la importancia de disfrutar cada experiencia, de valorar los momentos en familia y, por supuesto, de amar los viajes.