Roxana Vásquez Sotelo publica un libro que busca aportar a la prevención de la violencia de género en el Perú

El pasado 23 de noviembre se presentó “Las arenas movedizas en los cambios culturales”, un libro de la abogada peruana Roxana Vásquez Sotelo sobre los patrones socioculturales que reproducen relaciones desiguales y exacerban la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas del distrito Carabayllo.

La publicación que nació como iniciativa de la ONG Demus Estudio para la defensa de los derechos de la mujer, con financiamiento de la Cooperación Española, es una investigación exploratoria. La cual se realizó entre octubre de 2019 a abril de 2020 junto a mujeres, adolescentes y niñas de Carabayllo 

Su objetivo se centró en indagar y deconstruir “aquellas creencias, valores e ideas en las que se sostienen los estereotipos de género que explican, habilitan y/o justifican discursos y comportamientos que derivan en desigualdad y violencia”, explica Vásquez Sotelo en la segunda parte de la investigación.

El libro tiene como propósito fundamental generar un aporte a las políticas públicas nacionales y locales de prevención de la violencia de género en el Perú. De forma específica, a la Estrategia Nacional de Prevención de la Violencia de Género contra las mujeres "Mujeres libres de violencias".

La presentación del libro se desarrolló de forma virtual y contó con la participación de Karinna Aguirre Bellido, secretaria de la Red de Mujeres Organizadas de Carabayllo; Jimena Sánchez Barrenechea, coordinadora del proyecto Aecid del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables;  y  Diana Portal Farfán, comisionada de la Defensoría del Pueblo.

Aguirre Bellido, quien fue parte del grupo de mujeres entrevistadas para la investigación, señaló en la presentación virtual: “Somos mujeres comprometidas con nuestras familias y comunidad”. Y además, sostuvo “estamos agradecidas de contar con un libro que cuente nuestras historias para generar un cambio”.

La publicación pretende suscitar una reflexión respecto a las diferencias de género impuestas y a visibilizar el trabajo colectivo con organizaciones de mujeres dentro de sus territorios.

En las reflexiones finales de la investigación, la autora indica 4 campos que constituyen grandes desafíos a mediano y largo plazo: 1) La dificultad para reconocer el carácter sistémico de la discriminación y la desigualdad; 2) La presencia de miradas esencialistas que atribuyen a hombres y mujeres conductas y comportamientos propios por haber nacido con un sexo determinado; 3) Las limitaciones en torno a la comprensión e interiorización del derecho a la igualdad; y 4) La mirada del “otro” como la de un enemigo.