¿Tu hijo come entre horas? Este podría ser un peligroso hábito
Únete al canal de Whatsapp de WapaUna alimentación saludable es sumamente importante para el desarrollo de los más pequeños de la casa; sin embargo, muchos niños tienen hambre a diferentes horas del día lo cual podría ser perjudicial para su salud.
Es necesario que los niños tengan horas determinadas para consumir alimentos. Es así que la nutricionista Carlota Reviriego señala al portal Guía Infantil algunos puntos que debemos tener en cuenta cuando los pequeños comen a todas horas.
De las tres comidas (desayuno, almuerzo y cena) que todos estamos acostumbrados, lo niños deberían complementar su plan de nutrición consumiendo alimentos a media mañana y otro a media tarde.
Sin embargo, si el niño a consumir cualquier alimento no contemplado en su dieta balanceada puede afectar de alguna manera a la comida principal. En ese sentido, a continuación, te describimos los efectos negativos que provoca este mal hábito. ¡Atenta!
El niño comerá algún alimento porque tiene hambre en ese momento, y con ese poquito de comida saciará su hambre inmediata, rehusando después comer la comida principal.
Si el niño come su plato de comida principal luego que consumir cualquier alimento fuera de la hora será por insistencia a que lo haga o porque es el “trato” que hemos hecho previamente. Pero, al realizar este acto estaremos obligando al pequeño a que coma más de lo que su cuerpo le pide.
Asimismo, este resultado que es bastante común podría originar en nuestros pequeños el sobrepeso y la obesidad. Es importante que los pequeños aprendan a diferenciar las señales de saciedad con hambre.
Ante ello, aquí te mencionamos algunos consejos que te pueden ayudar a restablecer el plan de comidas y así evitar que ingiera algún alimento no establecido entre horas. ¡Toma nota!
Más que ofrecerle algo de picoteo, por sano que sea, o dejarle comer a deshoras, es preferible ajustar los horarios a las necesidades de los más pequeños.
También es bueno o mejor aún, intentar distribuir, entre las comidas principales, esas comidas secundarias (media mañana y merienda), y hacerlas saludables, de manera que no se dé opción a que tenga hambre a deshoras.
Frutas, verduras, frutos secos, productos lácteos o carbohidratos complejos, como el pan, son las opciones más sencillas y fáciles de combinar para abarcar todos los gustos.