¿Ya te llamaron 'la falla' del grupo? En más de una ocasión hemos decidido por quedarnos en nuestra casa y no ir a una reunión que ya habías pactado o mostrado interés en un inicio. Pero, ¿por qué hacemos eso?. La respuesta puede ser muy simple si prestamos atención a nuestras acciones.
Hay veces en que apostamos por el ''sí, vamos'', sin tener las ganas de hacerlo, y esto puede ser producto de que a veces se nos hace complicado decir la palabra ''no''. El desenlace de esta acción es que cancelemos este plan con una pequeña mentira.
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La neurobióloga Amy Banks plantea en un estudio que existe una ansiedad social a la hora de cumplir con nuestro círculo social. Esto puede ser alterado por los horarios de nuestros amigos, falta de interés y tener una preferencia por tener tiempo para nosotros. La aparición de las redes sociales no ha facilitado mucho a la hora de renunciar a estos eventos. Además nos ayuda a no sentirnos culpables por hacer sentir mal a una persona o enojarla.
La recomendación: planifica muy bien tus actividades de la semana, y solo acepta aquellas a las que verdaderamente quieras ir.