En nuestro día a día debemos convivir y mantener relaciones con todo tipo de personas, ya sea en la universidad, colegio, centro de trabajo, etc. y no siempre todas serán de nuestro agrado ya que pueden llevarnos a situaciones conflictivas o estresantes.
Sin embargo, existen algunos trucos de psicología para relacionarse mejor con los demás y así podrías aumentar las posibilidades de convencer a un amigo para emprender juntos, negociar con tus padres o incluso llamar la atención de la persona que te gusta. ¿Quieres saber cómo? Toma nota.
Esta técnica es usada por inspectores o interrogadores. Realiza una pregunta y luego permanece en silencio, sin perder el contacto visual. Esto provocará que la otra persona comience a hablar y proporcione más información.
Si alguien se encuentra preocupado por algo, solo estira tu mano y automáticamente te entregará lo que sostenga en ese momento sin darse cuenta.
No uses la palabra “tú”. No culpes directamente a nadie, culpa a la situación sobre la que hablas.
Siempre busca un plan B a los problemas para que la otra persona pueda decidir, creyendo que tiene el control de la situación.
Al igual que el punto tres, olvídate del "tú" y empieza a utilizar términos en plural así no harás sentir a la otra persona que está siendo criticada.
Si una persona no te deja opinar, tira algún objeto de forma sutil, agáchate para recogerlo y empieza a hablar. Es una manera de interrumpir sin que el otro lo note.
Si quieres obtener ayuda de un amigo, intenta imitar discretamente sus movimientos y posturas durante la conversación y así tendrá una sensación de familiaridad.
Si quieres calmar a alguien, busca la empatía con sus sentimientos, presta atención a lo que te dice y hazle saber que entiendes.
Mira a la persona que viene hacia ti; de esa forma, tu mirada le muestra hacia dónde vas.
Cuando conozcas a una persona que te gusta, mira el color de sus ojos y luego sonríe. Este tipo de miradas provoca que las personas respondan de igual manera.
Al llamar a las personas por su nombre lograrás que sean más cálidas ya que creas un lazo de confianza y amistad.
Cuando alguien te diga algo que te molesta, date vuelta y quédate en silencio. Las personas se sienten incómodas con el silencio y muchas veces terminarán pidiendo una disculpa para evitar la incomodidad.
Trata de mantener tus manos tibias antes de estrecharlas con alguien, así darás una impresión más positiva y agradable.
Cuando las personas se encuentran cansadas, sus defensas se mantienen bajas y están más dispuestas a hacernos caso.
Una sonrisa sincera será la mejor de todas las armas ya que de esta manera transmitimos felicidad, confianza y bienestar a los demás.