Muchas de nosotras tenemos una mascota que la consideramos nuestro hijo, no solo por los gastos que implica cuidar a nuestro perrito, sino por la responsabilidad que implica y sobre todo por el gran amor que sentimos hacia ellos. Sin embargo, muchas personas nos juzgan porque no entienden cómo podemos tener una conexión tan fuerte con nuestra mascota.
TAMBIÉN LEE: Los perros también sienten celos
Pero esta explicación tiene un sustento científico, ya que varios experimentos llevados a cabo por un equipo de científicos del departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad Azabu (Japón) han demostrado que la hormona del amor, la oxitocina, es la que, con la evolución de este animal junto a su mejor amigo, ha creado una conexión tan fuerte como la que se crea a nivel biológico entre padres e hijos.
En este contexto te daremos 10 pruebas que demuestran que las dueñas de un perro también somos madres.
Cuando miramos a los ojos a nuestra mascota y nos vemos reflejadas en ellos es una sensación inexplicable, es ahí que se confirma el gran vínculo que tenemos con ellos. No importa si no saben hablar, no lo necesitan, porque saben expresarse a la perfección.
Ser padre o madre de perros no significa que pensemos que los perros son niños. Tampoco ayudamos a nuestros perros a hacer la tarea o ahorramos para sus estudios, así que sí entendemos cuál es la diferencia.
No nos pueden decir que no somos mamá de una mascota porque no la tuvimos en nuestra panza por nueve meses, pero eso no quita que no los cuidamos desde pequeños como si fuera un ebbé, preocupándonos por sus vacunas y vitaminas.
Si buscas la definición de “paternidad” encontrarás más de un significado, pero nos quedaremos con este: “ser o actuar como padre”. No es un término exclusivo para personas que han dado a luz a otro ser vivo.
Los alimentamos, los sacamos a correr, les limpiamos la cola luego de hacer sus necesidades, pagamos las cuentas del veterinario, los atendemos si están enfermos, todo esto es considerado como maternidad, es lo que hacen las madres cuando tienen a un bebé.
Pero cualquiera que tenga una criatura que confía en él para sentirse protegido, alimentado y amado, debería ser considerado como padre. Poco importa si esa criatura es un perro, un gato o un pez. Nadie nos paga por esto, simplemente es el amor.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Por qué tu perro se porta mal si no estás en casa?
Puede ser que no hagan relaciones sociales como un ser humano, pero entienden el valor del amor y la lealtad, y lo demuestran estando siempre a tu lado, pendientes de ti y en algunas ocasiones hasta protegiéndote.