Seguramente ya has oído sobre la ley de la atracción. Una de las tantas leyes del universo con la cual atraes a tu vida todo aquello a lo que dedicas tu atención, energía y foco, sea esto bueno o malo para ti. Por ello, si deseas estar rodeada de personas y situaciones positivas, debes seguir estos pasos.
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Las relaciones vienen y van; sin embargo, la única persona en la que puedes contar en la buenas y en las malas eres tú.
Piensa que las cosas suceden por una razón y para tu beneficio, aunque en el momento no lo parezca. Recuerda que todo en esta vida nos enseña y nos hace más fuertes.
Sentimientos como el enojo, odio o resentimiento, contaminan tu alma. Debes mantener la calma y entender que la felicidad no depende de las circunstancias. Debes vivir cada día como si fuera el último.
Agradece a tus seres queridos y al mundo por todo lo que tienes y por ser quien eres, una persona única y valiosa.
Tus palabras y pensamientos crean tu realidad. Por eso concéntrate en tus sueños y metas, tus cosas favoritas y lo bueno que deseas para los demás.
Durante el día tienes millones de pensamientos repetitivos, ansiosos y negativos. Siéntate en un espacio callado, cierra los ojos y respira profundo. Mientras tu mente divaga, lentamente regrésala al presente actual. Con tan sólo 10 minutos puedes obtener grandes beneficios.
Necesitas estar en constante movimiento para poder mejorar tu espíritu y mantenerte con energía. Una hora al día de ejercicios suaves sería lo ideal.
Los amigos tóxicos deben ser evitados a toda costa, busca amigos positivos que contagian su buen estado de ánimo a los demás.
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Haz cosas que te hagan crecer de manera emocional, física y espiritualmente. Aprovecha en salir de viaje, aprende un nuevo idioma o un nuevo paso de baile.
Ríe todos los días. Llama a un amigo y recuerden cosas graciosas o mira tu película cómica favorita, solo ríe sin control.