Una mujer emprendedora es aquella que ve oportunidades en donde otros solo ven dificultades. Ella tiene total convencimiento de que puede convertir lo que piensa en realidad a través de mucho trabajo, compromiso y con ánimos de aprender con cada complicación.
Además no se desalienta fácilmente. Ella toma todas las opiniones que escucha y se queda con aquellas que le aportan algo a sí misma y a su negocio. Está preparada para trabajar, no sólo increíblemente duro, sino para correr riesgos. Es una guerrera que entiende que los grandes logros son el resultado de determinación, esfuerzo, trabajo en equipo y un incuestionable convencimiento de que el éxito le pertenece. A continuación te dejamos una lista con siete cualidades que toda mujer emprendedora debe cultivar.
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Es tu sueño y tu idea; de nadie más. Cree en tu fuerza y en tu capacidad. Nada te separa de aquellas que lo han logrado más que la decisión de hacerlo y la creencia de que puedes.
Es importante ver más allá y adelantarse a todas las posibilidades. Ten claro lo que quieres, cómo lo quieres y para cuándo lo quieres. Con la libertad de ser tu propia jefa y organizar tus horarios viene la responsabilidad de tener un plan y fijarse metas.
Aprende a celebrar los logros y las pequeñas metas; no te permitas volverte demasiado demandante conforme pasa el tiempo. Cada paso que das te aproxima a tu sueño.
Lo más importante es cumplir los compromisos que vas adquiriendo, especialmente los que hayas adquirido contigo misma. No debes abandonar a la primera dificultad, comprométete y llévalo a cabo aunque te tome más tiempo del planeado.
No es fácil, pero en la práctica está el secreto. Recuerda que el éxito no es cuestión de destino, sino el resultado de mucho esfuerzo y de las decisiones que tomas cada día.
No se puede tener miedo de invertir en aquello que ayuda a formar el camino hacia nuestra meta. Se debe pensar en invertir en tu proyecto como si estuvieras invirtiendo en ti misma.
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Emprender no es fácil pero si trabajas haciendo lo que amas vale la lucha, el esfuerzo y la búsqueda. Así que conforme vas logrando alcanzar tus objetivos agradece por cada paso que das, y agradécete a ti misma por seguir luchando y no rendirte.