Los perros con la nariz “chata” serían más cariñosos

Estamos seguras que para cada Wapa sus mascotas son muy especiales y bellas en toda la extensión de la palabra, pero una investigación publicada en Plos One, ayuda a entender la reciente obsesión por los perritos de nariz chata, porque según Paul McGreevy- autor del trabajo y profesor de la facultad de las Ciencias Veterinarias de la Universidad de Sidney, estas mascotas serían más cariñosas y mejores guardianes.

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Confirmando algunos de los resultados de investigaciones previas, los expertos constataron que, además del tamaño, la forma del cráneo influye notablemente en el comportamiento. Así, han visto que los de nariz chata son más afectuosos y obedientes que los perros de rostro puntiagudo.

También son más propensos a ir detrás de un juguete cuando se les lanza, lo cual implica que son más fáciles de entrenar y domesticar. En cambio, cuando se ven amenazados por una presencia extraña, los chatos presentan características de los buenos guardianes, mostrándose agresivos y ladradores al defenderse de una potencial amenaza.

Por el contrario, los narigudos aparecen más tímidos y precavidos con los extraños. Según McGreevy, esto explicaría por qué los galgos no son grandes guardianes y los afganos tienden a ser distantes, poco juguetones y más miedosos que los de nariz pequeña.

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Además de su comportamiento, los perros  de nariz chata resultan más atractivos para las personas porque la forma de su cráneo, y por tanto de los ojos, les hace mirar de forma frontal y directa. Su visión es más "humana" y hay pruebas de que son mejores a la hora de seguir con la vista adonde les está señalando su dueño.

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