Quienes gustan de comer muchos dulces serían personas más agradables y amistosas

La preferencia por el sabor dulce o salado tendría una explicación científica. Quienes prefieren comer muchos dulces tendrían una personalidad más agradable y amistosa que el resto de las personas, afirma un estudio realizado por la Universidad de Dakota del Norte, en Estados Unidos.

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Según este hallazgo existiría un estrecho vínculo entre los alimentos que ingerimos y nuestro comportamiento social. De esta forma se supo que quienes suelen comer muchos dulces, serían más agradables, amistosos, compasivos y muy solidarios en comparación de quienes prefieren los alimentos amargos o ácidos.

Para llegar a esta conclusión los investigadores realizaron una serie de experimentos. Uno de ellos reveló que las personas que comían chocolate eran más propensas a ayudar voluntariamente a quienes necesitaban ayuda, en comparación de quienes comían galletas saladas.

Otra prueba reveló que las personas tendían a creer que quienes gustan por los alimentos dulces eran más agradables y serviciales, pero no tan extrovertidas, ni neuróticas.

"Es sorprendente que las personas serviciales y amistosas se consideren 'dulces', ya que podría parecer que el sabor tiene poco en común con la personalidad o la conducta. Pero teorías psicológicas recientes sobre la metáfora incorporada nos llevó a teorizar que las metáforas aparentemente inocuas se pueden usar para extraer conocimiento novedoso sobre la personalidad y la conducta", indicó al respecto, Brian Meier, investigador a cargo del hallazgo.

Otros estudios asocian al dulce con personas satisfechas, seguras de sí mismas y alegres. Catalogando a los adeptos de estos alimentos, como alguien que posee una energía que contagia a los demás, que son impredecibles y que causa mucha admiración.

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