¿Te has preguntado por qué a veces nosotras nos sentimos felices con cosas tan simples en comparación de muchos hombres? Esto se debería al gen de la monoamina oxidasa A (MAOA) percibido solo en mujeres. Según la ciencia la presencia del denominado "gen de la felicidad" podría ayudar a investigar por qué nos es más fácil ser más felices que ellos. Los motivos llegan a ser tantos que los enumeramos a continuación. Conoce las 30 cosas que pueden hacer muy felices a nosotras las mujeres.
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Los resultados obtenidos a raíz de una rigurosa dieta pueden ser celebrados una vez que te sientes más ligera. Este reto genera, por lo general, una felicidad que muchas chicas quieren gritar a los cuatro vientos.
Una vez que se baja de peso, el siguiente paso es conseguir la figura ideal. Nada más reconfortante para una mujer que tener el cuerpazo que todos desean.
Solo las que hemos atravesado por una situación similar puede saber cuan bueno puede ser entrar en ese vestido que antes no te quedaba.
Aunque a veces se nos escuche decir: "Me molesta que coma de todo y no engorde" ¡es mentira! Muy en el fondo queremos reconocimiento grupal. ¡Nos encanta!
Las comparaciones pueden ser tediosas, pero si halagan tu figura y te hacen sentir como una diosa, debemos reconocer que nos fascina.
Nada como un buen masaje corporal a lado de velas aromáticas. Es una experiencia más que gratificante.
Sentir que el agua corre por nuestra piel y sentir el aroma del jabón. Es la felicidad en un pequeño espacio de tu casa.
Sentirse libres y relajadas nadando en aguas cálidas, provoca -en muchas- una sonrisita que se nos va al finalizar el día.
Está comprobado que los rayos ultravioletas - tomadas con moderación- generan una sensación de felicidad en las personas. Ahora si ello es normal imagínense en las mujeres.
Por más absurdo que pueda sonar para algunos. A muchas mujeres nos agrada esa sensación agradable de tener el viento acariciando nuestras melenas.
Nada más agradable que respirar aire puro o que nos evoque algún recuerdo. Para muchos esa sensación la genera la lavanda.
Las chicas intelectuales lo entenderán. Oler un libro viejo es transportarnos a una época soñada que generalmente nos brinda alegría en el corazón.
Esos agradables momentos en los que piensas que tienes hambre de mundo y quieres salir a descubrir cada pequeño espacio del continente.
Las almas sensibles pueden pasar de la tranquilidad a lágrimas de alegría por presenciar eventos como este.
Dicen que no hay nada mejor que dejarse sorprender. De ello lo entienden bien nosotras las mujeres. ¡Las sorpresas son lo mejor del mundo!
Si tienes algún problema o simplemente quieres despejar la mente, no hay mejor sensación que obtener objetos nuevos para tu guardarropa.
Es casi como una droga. Que te digan que además de bonita eres inteligente, convierten a la persona que te lo dijo en el mejor admirador del universo.
Ese gran orgullo que te nace cuando cumples todas tus metas profesionales. Dan ganas de darlo a conocer hasta al extraño que pasa por casa.
A muchas nos ha pasado. Ese breve momento de felicidad inexplicable que sentimos cuando ESA canción suena en la radio y de pronto eres tú quien encarna el videoclip.
Los chicos no lo entienden. El baile nos hace felices y si ellos hacen el esfuerzo (pese a que tengan dos pies izquierdos) nos encanta.
No importa dónde estemos, ya sea en el bus o en la calle si escuchamos una canción alegre, nos cambia la percepción del día.
Un buen piropo, dulce, educado e inteligente puede generar en nosotras una felicidad extrema.
¿Tenemos que explicarlo? ¡Es como estar en las nubes!
Si es la mejor nuestros ojos lo dirán por nosotras. La felicidad suele desbordar de nuestro semblante.
Si de por sí nos encanta dormir, no hay nada mejor que dormir de largo y despertar sabiendo que es día de descanso.
Aunque muchas chicas lo nieguen. No hay quien se haya resistido a estos lindos detalles que brindan algunos chicos.
Ya sea en postre o como una infusión, no hay mejor remedio para el corazón que el chocolate. Así nos engorde, esto nos hace muy feliz.
Si no tienes hijos, sentir, acariciar y hasta ver a un pequeño cachorro hará que tu corazón se derrita, dibujando una sonrisita en tu rostro.
Sobre todo los cálidos y sinceros. Esos que te estrujan desde adentro hasta afuera. Esos que hacen que tu piel se ponga "chinita".
Cuando llegamos a cierta etapa, no hay sensación más que esta para que una mujer pueda sentirse feliz, realizada y con mucho amor.
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Posted by Revista Wapa on sábado, 21 de noviembre de 2015
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Posted by Revista Wapa on viernes, 20 de noviembre de 2015