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09 Mar 2015 | 13:38 h

Estos son los 11 traumas que viviste al buscar trabajo

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    ¿Quién dijo que estar desempleada no es sacrificado y estresante? Es más, vives experiencias más intensas y demandantes que cuando estás en el proyecto más importante de tu carrera laboral. Y si no lo crees, aquí te presentamos esas situaciones horrorosas que experimentaste a tan corta edad de vida:

    • ¡Currículo, redáctate solo!

    Miras la hoja en blanco en Word y lloras por no tener experiencia en lo que te interesa. Pones una foto horrorosa de tu Facebook que pasaste horas escogiendo. Dices que tu defecto es ser “perfeccionista”. Yeah sure.

    • Volantear

    Has osado ir a la recepción de las empresas para dejar tu CV impreso. Te has metido a LinkedIn, a todas las webs para conseguir trabajo. Te has metido en todas y cada una de las secciones de “Trabaja aquí” de todas las páginas de empresas que has visto. ¿Qué? ¿No sabías? Qué esperas para apuntar, por eso no consigues trabajo.

    • ¡Corrígete, currículo!

    Porque te diste cuenta que no tenías los datos actualizados o tu trabajo de no es compatible con ese puesto al que estás postulando. Y luego tienes que volver a poner porque si lo es con el otro trabajo. Y temes que se mezclen, mandas los currículos equivocados. Todo mal.

    • Bipolaridad casi clínica

    Muy cerca de superar esos típico cambios de ánimo a los que nos tienes acostumbrada. No, lloras como una desquiciada porque no tienes experiencia. Pero luego recuerdas un trabajo que hiciste cuando estabas en el nido y la vida vuelve a tener sentido.

    • La propuesta indecente

    Casi se te revientan las corneas tratando de revisar que no hay ni un solo error en el mensaje final que acompaña a tu CV. La ortografía, la coherencia, el tono de comunicación.

    • Esperar

    Terminarán las Vía Parque Rímac y la empresa que quieres seguirá sin responderte. Y lo sabes.

    • La llamada

    Te aterra cada titubeo que haces cuando respondes, y titubeas más. Temes sonar muy confianzuda, muy insegura, muy desesperada, muy poco interesada. Es peor que cuando recién conoces a un chico.

    • Qué me pongo

    Y si voy muy informal, y si vas muy formal. Y si lo que me pongo ya está muy pasado de moda. Y citas a Rubí, “¿Por qué no tengo ropa? ¡Maldita pobreza!”.

    • Contráteme que soy realidad

    Llegaste sudando, pese a que te lavaste y maquillaste mil veces. Te dio un ataque de verborrea o no dijiste ni una sola palabra.

    • No nos llames, nosotros te llamamos

    Miley Cyrus volverá a usar el cabello largo, y esa llamada nunca llegará.

    • Llorar, hacerte bolita y llorar

    Y llorar desconsoladamente mientras el viento te bofetea en la cara románticamente con una hoja… ah, es tu currículo.