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09 Dic 2020 | 14:51 h

¿Por qué las mujeres mayores de 45 años tienen más riesgo de contraer una ITS?

Un reciente estudio alertó sobre las principales barreras que existen en esta población para acceder a servicios de salud sexual.

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    Las personas mayores de 45 años enfrentan un mayor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS) porque esta población en particular desconoce los peligros de tener relaciones sin protección, así lo advirtieron los investigadores de Reino Unido, Bélgica y Países Bajos

    Bajo la iniciativa de salud sexual SHIFT, los y las expertas realizaron encuestas a 800 adultos de la costa sur de Inglaterra y las regiones del norte de Bélgica y Países Bajos.

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    Del total de la muestra, casi el 80% de los participantes tenían entre 45 y 65 años, mientras que el 58% de los 200 que se encontraba en desventaja socioeconómica se encontraban entre los 45 y 54 años.

    La razón más citada para no usar anticonceptivos durante la intimidad fue que los y las entrevistadas se consideraban monógamos, exclusivos de una sola relación, explicaron los especialistas. El segundo motivo fue porque creían que no tenían riesgo de embarazo.

    “Los mayores de 45 años con más riesgo son generalmente aquellos que empiezan nuevas relaciones tras un período de monogamia. A menudo posmenopáusico, cuando el embarazo ya no es una consideración. Sin embargo, le dan poca importancia a las ITS”, explicó Ian Tyndall, profesor titular de la Universidad de Chichester de Gran Bretaña, una de las instituciones socias del proyecto.

    A través de un comunicado, Tyndall también indicó que llama la atención que más del 50% de encuestados nunca se haya sometido a pruebas médicas para detectar si han contraído una ITS.

    La vergüenza y el estigma

    Los mayores obstáculos para que los mayores de 45 años accedan a los servicios de salud sexual son la vergüenza y el estigma. Muchos de ellos(as) dijeron que la salud sexual era un término “sucio” y esa percepción los desalienta a realizarse sus controles médicos.

    “Una gran barrera para que las personas accedan a los servicios es el estigma social. Y también las suposiciones de que las personas mayores son asexuales y que el sexo ya no es parte de sus vidas. Esto realmente limita el conocimiento de servicios de salud sexual entre este grupo”, recalcó Tess Hartland, asistente de investigación del proyecto SHIFT, en diálogo con CNN.

    Con información de: La República.