Un estudio observacional halló que retomar la actividad sexual dentro de los primeros seis meses posteriores al ataque cardíaco puede asociarse positivamente con la supervivencia a largo plazo.
La actividad sexual o sexualidad "son marcadores de bienestar" y retomarlas "poco después de un ataque cardíaco puede formar parte de la autopercepción de una persona sana, funcional, joven y con energía, lo que puede conducir a un estilo de vida más saludable en general", afirmó Yariv Gerber, de la Universidad de Tel Aviv, autor del trabajo publicado en European Journal of Preventive Cardiology.
Los datos se obtuvieron del Estudio de Israel sobre el primer infarto agudo de miocardio, que incluyó a 495 pacientes sexualmente activos de 65 años o menos, que fueron hospitalizados por un primer ataque cardíaco entre 1992 y 1993. La edad media era de 53 años.
El análisis indicó que mantener o aumentar la frecuencia de la actividad sexual dentro de los primeros seis meses después de un ataque cardíaco se asoció con un riesgo 35% menor de muerte en comparación con la abstención o reducción.
La Asociación Americana del Corazón recomienda solicitar una de estrés a nuestro médico para saber si la enfermedad cardiovascular está estabilizada.
Agregó que, "si puede ejercitarse en una cinta de correr a un ritmo de más o menos 5 a 6 kilómetros por hora, estará bien".