Cuando se habla de la mutilación genital femenina de inmediato la primera referencia que surge es la ablación de clítoris realizada mayormente en países africanos, lo que de inmediato —desde una mirada clasista y racista— relaciona esta práctica con costumbres religiosas propias de naciones tercermundistas.
Sin embargo, lo que no se suele mencionar tan comúnmente es que en la Europa del siglo XIX se realizaba una práctica similar a la ablación de clítoris, bajo el nombre de clitoridectomía. Era una operación llevada a cabo por médicos profesionales con el objetivo de acabar, entre otros males, con uno que amenazaba la moral y la salud mental de las mujeres: la masturbación.
De la misma manera que la Reina de Corazones de la popular novela Alicia en el País de las Maravillas resolvía cualquier problema gritando “¡Que le corten la cabeza!”, los médicos del siglo XIX decretaban firmemente que la masturbación femenina debía solucionarse con una operación en el que el clítoris fuese extirpado.
La medicina de la Inglaterra decimonónica hizo que esta intervención quirúrgica —que consistía en la amputación del clítoris — se convirtiera en un diagnóstico apropiado para las pacientes que llevaban a cabo la práctica masturbatoria. Era tanta la oposición de ellos a la masturbación que era como si los médicos gritaran a viva voz “¡Que le corten el clítoris!” antes de proceder a realizar tan cruel mutilación.
A lo largo del siglo XIX, caracterizado por el puritanismo propio de la época victoriana, la clitoridectomía fue recomendada no sólo como medida extrema para combatir la masturbación femenina sino que también se aplicaba a otros trastornos médicos como la epilepsia y la locura.
Uno de los médicos que más realizó y difundió la clitoridectomía fue el inglés Isaac Baker Brown, quien creía absolutamente en la efectividad de la intervención quirúrgica en la que se especializaba, aunque ésta no diera los resultados que él prometía. Si bien Baker Brown terminó siendo expulsado en 1867 de la Sociedad Obstétrica de Londres, la clitoridectomía continuó realizándose en varios países de Europa y también en Estados Unidos hasta 1935.
Si nos centramos en la sexualidad femenina, en diferentes momentos de la historia encontraremos hechos como los referidos a la clitoridectomía, es decir, actos dirigidos por hombres que buscan controlar la sexualidad de las mujeres.
Basta mencionar temas como la virginidad, la ninfomanía, el orgasmo vaginal, la masturbación femenina, la menstruación, el embarazo y la menopausia para hallarnos rodeadas de mitos que lo único que hacen es perpetuar los tabúes en torno al placer y al deseo femeninos.
Ese interés en controlar el cuerpo y la sexualidad de las mujeres se extiende a nivel mundial y se manifiesta de diferentes maneras en cada rincón del planeta. Por eso ahora más que nunca es necesario que nosotras seamos conscientes de que tenemos el derecho al placer y el deber de destruir todas las mentiras que se han dicho acerca de nuestro cuerpo, nuestra sexualidad y nuestro deseo.
Sandra Campó es escritora y educadora sexual. Autora del libro HOY TENGO GANAS DE MÍ: 7 historias de masturbación femenina y creadora del blog SASÁ. Desde 2015 realiza talleres de educación sexual para mujeres en diversos espacios de Lima. Síguela en FACEBOOK e INSTAGRAM: @elblogdesasa